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76.- Brian Rodriguez (Parte 2)

Parte 2

Llevaba días sin volverme a topar a Brian, no sabía si era bueno o malo.

Por una parte, mi corazón rogaba que volviera a buscarme, pero por otra, tenía miedo ¿de que? No sabía.

Mi regreso al club no era como quería, tenía muchos regaños, mi desempeño no era el mismo, sabía que mi regreso era muy anhelado, pero había decepción en mis compañeras y mis entrenadores.

Entre al vestidor a refrescarme un poco y volver a salir, no sabía que pasaba.

Pero volver a ver a Brian, simplemente era inexplicable.

FLASHBACK
Salímos al malecón de Santa Monica, en pleno atardecer, en nuestros días libres hacíamos eso.

Afortunadamente, no muchos nos ubicaban y podíamos andar libremente.

Iba de la mano de Brian, acabábamos de comprar un algodón de azúcar, sabía que ese día sería nuestra despedida definitiva.

El acababa de firmar con España y yo... comenzaría con otros proyectos.

Desde que conocí a Brian y comencé una relación con el, que no podía llamarlo noviazgo, éramos algo, teníamos un compromiso, sabía que esto se iba a terminar, ambos sabíamos, lo platicamos, pero un día dijimos "que se de lo que se tenga que dar" y se dio amor, amor sin control, nos enamoramos sin medida en tan poco tiempo, pero nos amamos tanto, que tuvimos que soltarnos para que cumpliéramos nuestras metas.

Brian en esas semanas había sido el chico que siempre soñé, atento, cariñoso, gracioso, era muy ocurrente, lamentablemente no podía estar con el.

Nos terminamos de comer nuestro algodón de azúcar y nos fuimos a sentar en la arena, enfrente de la playa.

Estaba recargada en el hombro de Brian, sin decir nada, solamente viendo cómo el sol se ocultaba.

-¿Ya tienes tus maletas hechas?.- pregunté en medio del silencio.

El asintió, le había estado ayudando días atrás a preparar todo.

Después de un rato, se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla.

-Estoy dispuesto a renunciar a todo por ti.- susurro.- Solo pídemelo.

-No puedo.- susurré.- No debo hacerlo.

-Pídemelo, por favor.- junto nuestras frentes.

-No lo haré.- dije con firmeza.- No quiero que en unos años te arrepientas de esto.

El se quedó callado.

Después de un rato, nos levantamos y nos dirigimos a mi departamento.

Estábamos en mi sillón, ambos en pijama, viendo una caricatura.

-Nora...- dijo Brian apagando la tele.- Vámonos a España.

Me quede callada.

-Se que es mucho, pero no quiero soltarte.- dijo tomándome de la cintura.

Me puse a horcajadas de él y le di un beso corto.

-Brian, no me hagas esto.- susurre.

-Esta bien.- respondió.- Dejemos esto al destino, si nos vuelve a juntar, es que estábamos destinados a estar juntos, prometo volver a conquistarte si eso sucede.

Negué riendo.

-Nunca necesitarás volver a hacerlo, mi corazón siempre será tuyo.- Brian sonrío y se acercó para besarme.

Y esa noche fue nuestra despedida, en secreto, pero llena de emociones.

Decidimos borrar nuestros números, bloquearnos en redes sociales, no provocar que alguno de los dos hiciera alguna tontería por el otro.