109.- Igor Lichnovsky

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Me mudé a la Ciudad de México tan solo seis meses atrás, había quedado en la Maestría de Relaciones Públicas en la UNAM.

Los primeros tres meses había vivido con mi primo Kevin Álvarez, era interesante vivir con un futbolista de su talla, era un departamento de lujo, iban chicos guapos, organizaba reuniones con famosos, pero después solía ser estresante cuando tenía examen al día siguiente y yo no podía dormir por el ruido excesivo del departamento o cuando Kevin llegaba de madrugada y hacía mucho ruido.

Así que me mudé a unas calles de su departamento, pero seguíamos siendo unidos.

-Tienes que salir con alguien Miranda, tienes meses aquí y no te conozco ni un chico.- dijo Kevin antes de comer de su sushi.

Me había invitado a comer después de su entrenamiento.

-¿Quieres que te conozcan? ¡Los ahuyentas Kevin! Eres un horror con mis parejas.

-Porque son unos pendejos.- se defendió.

-preséntame a uno de tus compañeros entonces.- volteé a verlo.

-No mames ¿te gusta alguno?.- preguntó sorprendido.

No es que me gustara, pero había ocasiones que veía a uno de sus compañeros en particular, se me había bastante interesante, pero nunca le había hablado, seguramente era casado o mujeriego.

Así que negué a la pregunta de mi primo.

-Nop.- respondí cortamente.

-Si te gusta alguno.- se empezó a reír.- Dime quién...

-¡No me gusta! Solo me resulta algo... interesante.

-¿Igor?.- lo mire sorprendida.- Es el único cabron que se te podría hacer interesante.- el sonrío.- Te lo presentaré, está soltero...

-¡No lo harás!.- reclame.

-Cuando menos te lo esperes.- se reía con fuerza.

-No lo harás pendejo.- exigí.

-Tendrás un romance con un chileno...

(...)

Llegué al departamento de Kevin, me había dicho que haría una reunión "tranquila" pero no, nunca lo eran, tampoco no es que fueran "Proyecto X" pero tranquilas no eran.

Toque el timbre y...

-Hola Miranda.- saludo Igor, abrí la boca sorprendida, sabía mi nombre y por dios ¡que guapo se veía!

-Hola Igor.- traté de sonar tranquila.

El se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, en forma de saludo.

-¿Y Kevin?.- pregunté entrando al departamento, mientras el cerraba la puerta.

-Por acá, vamos.- tomó mi mano y caminamos por todo el departamento así, hasta llegar a la terraza, estaban los futbolistas más allegados a Kevin, mis primos Felipe y Oscar también, algunos amigos de Kevin y un montón de chicas.

-¿Qué te sirvo?.- preguntó Igor soltándome la mano y llegando a la barra improvisada.

-Coca...

-Coca con tequila y agua mineral.- dijo rápidamente y comenzó a hacer la bebida.

-Gracias.- dije cuando me la entregó.

-¿Cómo te va en tu nuevo departamento? Ya es raro llegar y no verte en pijama en la cocina.- casi me atragantaba cuando lo escuché decir eso.- Kevin me dijo que te mudaste no muy lejos de aquí...

-Si, es que vivir con Kevin es lo máximo, pero necesitaba mi espacio y mucha tranquilidad.- sonreí.

-Y nosotros veníamos a romper esa tranquilidad.- dijo riendo.

-¡No! Nada de eso.- me excuse.- Pero, aparte era raro, si el quería traer a alguien, como una chica, me avisaba que...

Por dios Miranda, ya estabas hablando de más.

-Te entiendo.- dijo riendo.- Pero era lindo llegar y verte.- dijo mirándome a los ojos.

Seguimos platicando un buen rato, era lo mejor platicar con él, era demasiado inteligente y disfrutaba mucho sus pláticas de la vida.

-Pienso ir a África en unos meses, traigo unos proyectos por allá.- dijo sonriendo, le emocionaba eso.

-¡Wow! Que increíble, me imagino que ves los lugares más hermosos del mundo, aprendes bastante.- el asentía.

-Vamos, me hará bien hablar español con alguien, que descubra todo eso conmigo y más si es con alguien como tú.- asentí apenada, este chico me ponía nerviosa.

-Espero si ir.- respondí.

-¡Ya se hablaron los tórtolos!.- dijo Kevin llegando hacia nosotros.- Mi prima está libre este fin de semana, tú también ¿no?.- se dirigió con Igor.

-Kevin.- reclame.

-Miranda, se nota que tienen química, no tiene nada de malo si les doy un empujón.- dijo arrastrando las palabras, ya estaba algo ebrio.

Kevin se sirvió una bebida y antes de retirarse volteó con Igor.

-El cuarto se Miranda está intacto, no hagan mucho ruido y si lo hacen, que sea ahorita, que la música está fuerte.- le iba a soltar un golpe, pero salió corriendo.

-Lo siento tanto, es un...

-Me encantaría hacerlo, pero me interesa primero ir a tomar algo juntos primero.- volteó conmigo.- ¿Puedes el domingo?

-Si, claro.- dije rápidamente.- Digo, no tengo nada que hacer...

-El domingo será y me tendrás que contar la historia de tu tatuaje en la cadera.- cruzo sus brazos, lo mire confundida.- Lo vi un día que tenías una playera corta, dejaba ver parte de tu cadera...

Madre mía, este chico era un encanto.

(...)

Salí de clases y me dirigí al estacionamiento, Igor había insistido en venir por mi.

Teníamos saliendo, sin ser nada aún, tres semanas. Apenas tres días atrás, nos habíamos besado por primera vez, pero que hermoso beso.

-Hola.- salude llegando hacia el, que estaba recargado en su auto.

-Hola hermosa.- se agachó a darme un corto beso en los labios.- Tengo algo para ti.

Me tomó de la cintura y me pegó a él.

-¿Si? ¿qué es?.- pregunté, el sonrío.

-Sube al auto.- asentí, subimos al auto y el comenzó a manejar algo lejos del centro de la ciudad.

Cuando nos bajamos pude ver un paisaje hermoso, era una cabaña y había un lago de fondo, Ciudad de México cada día me sorprendía más.

-¡Qué bello!.- dije sonriendo al ver una mesa perfectamente bien adornada.

-No sabía que tan cursi debía de ser.- dijo riendo.

-¿Para que?.- volteé y el tomó una caja que había a unos metros.

-Ábrela.- abrí la caja y en ella había mis flores favoritas, girasoles con gerberas.

-¿Quieres ser mi novia?.- leí la pregunta que tenía la tapa.- Igor...

El dejo la caja a un lado y volteó conmigo.

-¿Quieres ser mi novia? Miranda, desde que te vi en ese departamento, me llenaste de preguntas y curiosidad, te fui conociendo y ahora tengo más curiosidad de ti, pero también estoy muy enamorado...

-Si quiero Igor.- dije mirándolo a los ojos.- Si quiero ser tu novia.- dije sonriendo.

-Me encantas.- dijo sonriendo y pensándome a él.- Ven acá.

Dijo antes de agacharse y juntar nuestros labios.

No podía creer, que la actitud tan espontánea de mi primo, hayan funcionado para salir con mi crush.

Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora