9-Diego Lainez

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Continuación del One Shot #7
(Pedido por nadie, pero yo quería jajaja)


Estaba en mi departamento de Sevilla, mi familia había venido a visitarme, ya que sabían que había estado muy mal los últimos días.

Mi mamá y mi hermano estaban viendo la televisión en la sala.

-Ven hijo.- mi mamá señaló el lugar a su costado, fui y me senté desganado.- Mi niño.- me abrazo y me estaba dando besos en la cabeza.

Mi hermano siguió cambiándole a la televisión, mi hermano le dejo en los Billboard, nos distrajimos un rato viéndolos y escuchando las presentaciones.

-A continuación Alicia de Nigris, esto es..- dijo Kate del Castillo.- Bésame Bonito.

-Mejor cambiemos de canal..- dijo mi hermano.

-¡No! Déjalo.- lo interrumpí.

-Diego, no...- decía mi mamá.

-Quiero verla.- dije firme.

Apareció Alicia en el escenario, sentada enfrente de un piano, tenía su cabello suelto, aún más largo desde la última vez que la vi, con un hermoso vestido azul, solo tapaba uno de sus hombros, largo, con una abertura en una pierna, se veía como una diosa.

Comenzó a tocar el piano.

-Dicen que cuando uno se enamora, vuelan las rosas y que nunca mas se llora...- mi piel se estremeció.- Dicen que todo es felicidad, pero no dicen la verdad, porque un amor de un año muere en una hora...

Era nuestra historia, yo había echado todo a perder en unos segundos.

-Lo que nos jodio fue la distancia, querer de lejos es amar con ignorancia...

Éramos nosotros, la distancia que jodio, tenía una mujer divina a mi lado, apoyándome desde el otro extremo, siempre tan atenta, pero cuando llegue a España, todo parecía tan fácil para mi, hasta que la engañe.

-Y lloraré, lloraré, lloraré, aunque no te des cuenta.- cerró sus ojos, quería llorar, yo estaba temblando.- Bésame bonito, que esta despedida duré otro poquito...

Había dañado al amor de mi vida, yo quería que nuestra despedida durará más, pero ni siquiera la pude ver a la cara cuando descubrió mi infidelidad.

-No voy a llamar, ni diré a donde voy, pero con cada lágrima te diré donde estoy sin ti...- había hecho llorar a una de las personas que más quería, no había pensado en el daño que le provocaría, había sido muy egoísta.

-Te lloraré, lloraré, lloraré, lloraré, aunque no te des cuenta.- elevo el tono de su voz.

El público ya estaba de pie, enfocaron a algunos que estaban llorando y es que eso transmitía Alicia, el sentimiento de su canción.

-¿Como se va a acabar un amor que era infinito?.- cantaba Alicia, cuando se le quebró muy poco la voz, la cámara enfocó en ella, cómo derramó algunas lagrimas.

Allí me rompí, yo también comencé a llorar, había sido un pendejo.

La presentación se terminó y mi hermano apagó la televisión.

-Diego...- habló Mauro.

-¡No quiero escuchar a nadie!.- me levante rápidamente y comencé a caminar hacia mi habitación.

-¿No quieres escuchar nada? Cabron, la cagaste, ¿que te ganas llorar? Si no tuviste huevos para hablar con ella, si ya no la querías...- gritó Mauro.

-¡Yo si la quería! ¡La amo!.- grite.

-No lo creo, porque no pensaste en lo que le harías, ¿que sentirías que alguien le hiciera eso a Salome?.- grito.- Yo lo golpeo tanto hasta que se le olvide su nombre, afronta tus consecuencias pendejo, ya estás grande.

-¡No te metas!.- me acerque enojado a él.

-Cállense, ambos.- ordeno mi mamá.- Mauro, déjanos solos a Diego y a mi.

El asintió, salió de la sala, no sin antes empujarme con su hombro.

-Siéntate a mi lado hijo.- fui hacía con mi mamá y me senté.- Hijo, te amo, tú y tu hermano son los amores de mi vida, cuando tengas un hijo, comprenderás que aún así sean unos homicidas, las madres perdonan, olvidan y siguen amando...- tomo mis manos.- Pero una madre siempre estará para decir lo que esta mal, mi niño, me duele mucho que estes así, no sabes cómo quisiera regresar el tiempo y que tomaras una decisión correcta, pero no fue así, te gano tus instintos de hombre y jugaste con los sentimientos de una niña divina, suéltala mi amor, déjala, aprende de tus errores y sigue, así es la vida, pero lamentablemente en este error, ya no hay nada que se pueda remediar.

Me solté a llorar como niño pequeño, la había perdido.

(...)

Era de madrugada, estaba  bebiendo la última cerveza del refri, viendo mi celular, hasta que me encontré un video de una entrevista a Alicia.

-Alicia, estuviste fantástica, desde tu vestuario, tu presentación...- dijo una periodista.

-Muchas gracias, por todos sus comentarios, son un amor.- contesto sonriendo.

-¿Tú escribiste la canción?.- le preguntaron.

-Si, yo la escribí hace unas semanas, me gustó como sonaba y hubo oportunidad de cantarla en este gran escenario.

-¿Como vas con tu ruptura con Diego?.- ya habían llegado las preguntas incómodas.

-¿como que cómo voy?.- sonrío.- Pues, obviamente es algo complicado, pero la vida sigue.

-¿Te inspiraste en Diego para tu canción? Eran de las mejores parejas de la farándula ¿creen regresar? ...- la invadieron de preguntas.

-Bueno, de la ruptura, salió algo bueno, que fue esta canción divina, que invadió el corazón de varias personas, estoy feliz por eso, actualmente me enfocaré en la música y otros proyectos que se presentarán más adelante.- decía muy amable.- Me tengo que ir chicos, gusto en saludarlos.

La última toma fue como los de seguridad la ayudaban a salir del recinto.

Apague mi celular, mirando el fondo de pantalla, aún no me animaba a quitarlo, era una foto de nosotros en mi presentación al Betis, de los días más felices, pero no sabía todo lo que nos esperaba.

"Déjala ir" sonaba en mi cabeza una y otra vez... la amaba, pero no se merecía lo que le había hecho pasar, no se merecía una persona como yo y por más que lo intentara, ya no habría confianza.

Coloque otro fondo de pantalla, de mi sobrina.
Comencé a eliminar todas nuestras fotos, incluso su contacto, era mi forma de soltarla.

-En esta no se pudo mi amor.- susurré.

Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora