20. Su primer contacto

101 9 10
                                    

⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

— ¿Johan? —Tara se me acercó repentinamente, sobresaltándome.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? —me aparté.

— Te estaba llamando, pero... parecías en tu propio mundo. ¿Te perdiste del final de la película? Puedo retrocederlo —quiso tomar el control remoto, pero me apresuré en agarrarlo primero.

— Lo vi —apagué el televisor.

— ¿Estás bien?

— Sí —me levanté y junté los platos de la mesa para llevarlos a la cocina. Ahora estaba muy concentrado en quitar a Aiden de encima como para prestarle atención a Tara.

— ¿Y te gustó? Yo creo que fue una película muy linda —comenzó a hablar siguiéndome el paso— Además, los protagonistas hacían bonita pareja y tenían mucha química. Eso hacía la actuación más creíble.

Recogí todos los paquetes de las frituras y los tiré a la basura, pero al darme vuelta Tara se puso frente a mí, esperando una respuesta.

— ¿Te gustó la película?

— Sí.

— No parecen ser de tu tipo —quise responder, pero ella interrumpió— ¿Estás esquivándome por lo que debemos hablar ahora? —alcé mi ceja confundido.

— ¿De qué debemos hablar?

— Que no estás acostumbrado al contacto físico.

«Cierto»

— ¿Puedo decirte una suposición mía? Pero no quiero que te ofendas ni nada, porque puede que pase —suspiré.

— Dime.

— Yo asumí que no estás acostumbrado al contacto físico porque tus padres tenían miedo de tocarte o incluso acercarse por eso de que estabas "maldito" —comentó en un tono de voz suave para sonar más comprensiva.

— Eso... es exactamente lo que pasaba —respondí algo asombrado por su acierto— Nadie quería acercarse a mí o tocarme por esa estupidez, luego mis padres adoptivos se negaban a hacerlo por miedo a que yo les haga algo.

— Qué idiotas —se quejó con un gesto de desagrado que me hizo reír.

— Sí.

— ¿Entonces... jamás abrazaste a alguien? —negué con la cabeza y sus labios formaron una sonrisa tímida— ¿Eso quiere decir que fui tu primer abrazo? —evitó sonar emocionada.

— Y mi primer beso en la mejilla —su sonrisa no tardó en crecer por lo que volví a reír— ¿Te emociona serlo?

— Por supuesto que sí. No hay nada más lindo que recibir cariño, y es aún más lindo si yo te ayudo a recibirlo por primera vez —se calló por unos segundos— ¿Eso sonó mal? No quiero ser grosera.

— Jamás serás grosera. Sé que todo lo que dices es con buenas intenciones.

De repente ella gritó de la emoción y me abrazó fuertemente a lo que mis ojos se abrieron como platos y todo mi cuerpo se congeló al no saber cómo reaccionar.

— ¿Puedo abrazarte más seguido? —preguntó sin apartarse.

Quise responder, pero estaba mudo. Sentía mi corazón en mi garganta, impidiéndome hablar.

— ¿Johan? —esperó mi respuesta, y al rato que no dije nada me miró, sin quitar sus brazos de mi cuerpo— ¿Estás bien? —la miré, empeorando mi congelamiento gracias a la cercanía de nuestros rostros.

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora