89. Pérdida y perdida

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⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

Lo que había escuchado en el baño me hizo pasar un día... complicado.

No quise contarle a Chris, porque sabiendo como es, diciéndole aquella noticia de que Cathy no parece ser una persona muy confiable, lo primero que hará será confrontarla y generar un problema aún más grave.

Mientras tanto, debo lidiar con el hecho de que Johan quiere tomarse un tiempo. Claro que no podía permitir que eso sucediera, por lo que apenas terminó la hora del almuerzo fui a hablar con él para salir un día de estos.

Johan suele exagerar con algunas cosas, pero nunca creí que exageraría a tal punto que quisiera acabar nuestra relación. Sí me ausenté por estar mucho tiempo con mis amigos, pero no significa que no lo ame.

Sé que no estuvo bien de mi parte haber estado ausente al salir tanto con Chris y Cathy, pero jamás lo creí un problema porque Johan salía con Lizbeth, y tenía sentido que cada uno haga lo que quiera con su tiempo libre.

La hora del almuerzo acababa de terminar. Chris y yo regresamos pocos minutos después al salón ya que solemos acompañar a Cathy hasta el suyo, algo que hoy se me hizo incómodo por obvias razones. Chris fue directo a su pupitre para ponerse con el teléfono, pero yo me dirigí a Johan, que estaba del mismo modo, mandando mensajes en su celular.

— ¡Hola! —saludé en voz alta a causa de los nervios, asustando a Johan que casi se le va el móvil de las manos.

— Hola —se rio con extrañez por mi grito, haciéndome sentir algo tonta— ¿Por qué gritas?

— Son los nervios. Perdona —sacudí mi mano para que lo deje pasar.

— ¿"Nervios"? —frunció el ceño y yo me quedé como piedra al ver lo rápido que me expuse.

— No... —miré hacia otro lado pensando qué decir— ¿Dije... eso? —regresé mi mirada a él— No lo recuerdo.

— ¿Estás bien? —arqueó su ceja.

— ¿Quieres salir el sábado? —me hice la tonta por completo y él se mostró ligeramente sorprendido por el repentino pedido.

— ¿Sucedió algo?

— No —respondí un poco confundida por esa pregunta— ¿Tiene que pasar algo para que quiera salir con mi novio?

— No, es que... no salimos hace mucho —fruncí el ceño— Creí que estabas muy entretenida saliendo con Chris y Cathy.

— Pero eso no significa que no quiera salir contigo.

— Lo sé. Sólo comento.

Me quedé mirándolo sin entender a qué se refería y Johan mostró una pequeña sonrisa como si estuviera en un planeta totalmente distinto.

— ¿Te molesta que salga con ellos? —me atrevo a preguntar.

— ¿Por qué me molestaría?

— Porque... no paso tiempo contigo.

— Ya, pero saldremos el sábado.

«Eso... no responde mucho»

— ¿Adónde quisieras ir? —sonrió con más entusiasmo, pero no alcancé a responderle que la profesora se apareció ordenando que todos vayan a sus lugares.

Era entendible si Johan no admitía las cosas. Entiendo que le moleste si paso mucho tiempo con mis amigos y eso me impide salir con él, pero más entiendo que no lo quiera admitir, porque con todo lo que pasamos, no ha de querer mostrarse intenso y preocuparme.

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora