77. Cachorrito

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⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

Luego de esperar unos segundos, Johan bajó las escaleras y yo me percaté de su flequillo húmedo, haciendo obvio que había ido a lavarse el rostro, tal vez porque nuestra conversación lo había puesto nervioso.

Imagino el miedo que debe tener, porque nuestra relación está literalmente pendiendo de un hilo, y admitirme que ser un asesino no solo significa matar a gente mala, es un gran riesgo que podría hacerme perder lo que siento por él.

— ¿Estás bien? —le hablo a Johan que no parecía querer sentarse.

— Debo regresar a mi casa —evadió la pregunta por completo.

— ¿Qué tienes que hacer? —pregunto sabiendo la tremenda excusa que era esa.

— Nada, pero ya es tarde.

— A mí me gustaría seguir hablando.

— ¿Para que te recuerde por qué no deberías estar conmigo? —cambió su tono drásticamente a uno serio y yo fruncí el ceño.

— Justamente por esa pregunta es que deberíamos seguir hablando. Sé que ahora tendrás ayuda profesional para mejorar tu obsesión y autoestima, pero también necesitarás apoyo, el mío, el de Oliver y el señor Scott, porque solo no podrás.

— ¿Ellos también deben saberlo?

— Creo que es mejor si les cuentas, pero no tienes que decirles ya. Ahora me tienes a mí, y si hablamos puedo hacerte entender cosas, o ayudarte a relajarte, porque es claro que la situación te tiene tenso.

Johan me mira con inseguridad y yo le enseño una dulce sonrisa para despreocuparlo, mientras doy pequeñas palmadas en el sitio a mi lado, indicando que se siente.

— Ven. Hay que hablar más cómodos.

— ¿De qué más hay que hablar? Ya entendí que necesito ayuda y que tengo baja autoestima.

«Está sintiéndose demasiado atacado...»

— Podemos hablar de otras cosas —dejé de sonreír al imaginar que eso le estaba arruinando el temperamento. Hay veces que uno no soporta a la gente muy sonriente— No necesariamente de eso, pero sí del secuestro, o... lo que parece afectarte tanto de nuestra relación. Lo de ocultarme lo oscuro.

— Simplemente lo oculté. Si quieres ayudarme a mejorar, yo también debo poner de mi parte, y eso es dejar de mentirte. Necesitabas saber que no todo era lindo al ser novios, porque yo sabía cuánto rechazo te generaba salir con un asesino.

— Aún así acepté ser tu novia.

— Sí, pero...

— Debes dejar de buscarle las cosas malas a todo, Johan —comento al ver que tenía complicaciones para dar una explicación— Aún sabiendo lo que hiciste, incluido el asesinato del chico del museo, yo acepté salir contigo, y te cuesta aceptarlo porque... te odias demasiado —menciono incómoda al saber lo ofensivo que sonaba eso.

Johan me observó en silencio al no tener cómo responder a lo mío, por lo que enseñé otra sencilla sonrisa que tal vez pueda quitarle el pesimismo de encima.

— ¿En serio no quieres sentarte y hablar? Porque no viniste aquí a quedarte por cinco minutos —digo soltando una ligera risa, pero al ver que su expresión tan melancólica no se le iba dejé salir un suspiro pesado.

«De verdad no piensa cambiar esa cara»

— ¿Qué te tiene mal? —pregunto sabiendo que continuar intentando levantarle el ánimo sería inútil.

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora