28. Sinfín de problemas

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⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

La semana fue bastante agradable sin Jacob presente. Chris y yo salimos en todos los recesos a hablar de cosas de la vida, y de vez en cuando yo me hacía una escapada para robarle un beso a Johan, que sigue prefiriendo quedarse en los salones.

Cuando terminó la suspensión de Jacob comenzó la mía y la de Chris. Él aprovechó para salir con el señor Scott y yo para practicar más seguido con los huesos rotos, ya que mi meta era llegar a los veinte minutos. Estoy haciendo un buen trabajo, y creo que fácilmente puedo hacerlo en quince minutos, pero sí o sí debo tomar descansos o terminaré con el hueso fracturado como antes.

— ¿Cómo te sientes? —preguntó el doctor entregándome una botella de agua.

— Un poco cansada —la abrí y él tomó asiento a mi lado—, pero quiero seguir entrenando. Falta muy poco para llegar a los veinte minutos.

— Lo sé, pero esforzarse de más puede ser peligroso —lo miré— Se te está haciendo otro hematoma, significa que debes descansar —miré mi brazo derecho donde tenía un moretón en la misma zona que la chica tenía el hueso partido.

— Me falta poco para terminar —volví a mirarlo a los ojos.

— Ya lo hablamos cuando te rompiste el brazo hace unos meses, linda. No tomaremos otro riesgo como ese —suspiré y le di un trago al agua fría, que me refrescó de inmediato— Escucha... Conseguí el número de alguien que podría hacerme un trato.

— ¿Un trato? —pregunté curiosa— ¿Haces tratos?

— No, pero haré uno, o al menos, eso espero, para que dejemos de traer inocentes aquí —fruncí el ceño confundida.

— ¿Cómo?

— Es un contacto que sabe dónde encontrar a gente... bastante retorcida, y de ese modo puedo herir a esas personas para tus prácticas en vez de inocentes —me sorprendí— Sé que es muy tarde, y que peleamos miles de veces por la-

— Muchas gracias —lo abracé fuertemente por encima de los hombros.

— ¿No te molesta que haya tardado en conseguirlo?

— Usted es el que ve lo negativo de la situación. Yo prefiero alegrarme porque por fin podré trabajar con gente que mereció ser lastimada.

— Antes... ni siquiera creías que los malos merecían sufrir... Cambiaste mucho, Tara —correspondió a mi abrazo por lo que sonreí de lado— Me alegro por ti.

Es verdad, cambié demasiado... gracias a... mi acosador.

Eso... es raro.

— ¿Continuamos? —pregunté apartándome, queriendo sacarme ese pensamiento raro de la cabeza.

Siempre creí que una suspensión era algo demasiado grave, pero después de la semana tan divertida que tuve no creo que sea tan serio. Le pedí prestada las cosas que hicieron en clase a Johan y me pasó todo, incluido las respuestas de las tareas, muy dulce de su parte.

No me perdí de mucho en la escuela, pero tengo cierto miedo de volver. Creí que una suspensión pondría a Jacob en su lugar, hasta que el doctor Cooper me dijo que faltar unos días a la escuela no cambiará su educación, dependiendo de sus padres, claro.

Dudo que sus padres lo hayan regañado, y si fue así, dudo que haya sido un regaño lo suficientemente serio como para que Jacob se vuelva bueno. Esto significa que él podría ponerse violento conmigo otra vez, y me aterra la idea, así que espero no cruzármelo de nuevo, y si es así, que me pida una disculpa a mí y a Chris.

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