44. Su verdadera cara

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⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

Durante el viaje a mi casa me puse a leer la de cosas que Aiden había dicho de mí. Fue algo bastante indignante, incluso ofensivo, porque alguien tan miserable y poco importante como ese tipo me puso en problemas, y lo pude haber evitado. Mencionaba lo raro que yo era, mi manera extraña de comportar, que actúo como si me estuvieran observando constantemente, y semejanza de cosas que hervían mi sangre de la rabia.

— No puedo creer que este idiota haya sido tan directo —mascullé cambiando las hojas, donde sus declaraciones se volvían peor— ¿"Espía a Tara cada vez que puede"? ¿"Novio sobreprotector y obsesivo"? ¿Puedes creer esto? —miré a Scott, que conducía con la vista al frente.

— Es decir... —me echó una mirada— Razón no le falta.

Fruncí el ceño disgustado por su respuesta y continué leyendo, pero Scott interrumpió mi lectura.

— ¿Por qué no mejor dejas eso? Te reventará una vena.

— No puedo. Necesito saber qué más porquerías dijo este Scheißkerl acerca de mí.

— Como que últimamente se te escapa demasiado el alemán —comentó con un tono extraño para que entienda su indirecta, pero yo estaba demasiado concentrado en leer el anotador como para prestarle atención— ¿Johan?

¿Was?

— Préstame atención un segundo —lo miré y él a mí— ¿Oíste mi pregunta?

— No.

— ¿Te diste cuenta de cuánto te pusiste a hablar en alemán estos días? —suspiré imaginando a dónde iba la charla y seguí observando el anotador— Sólo te pones así cuando estás perdiendo la cabeza, y la llevas perdida por un largo rato.

— Se me escapa.

— No está bien. Debes resolver lo que te sucede antes de que te estalle la cabeza. A este punto me empezarás a hablar en alemán, y no pienso andar con un traductor en la mano.

— Voy a resolver lo que me sucede. En un rato buscaré al tipo que intentó violar a Tara, y cuando termine de torturarlo le diré la verdad.

— ¿La... verdad? —lo miré.

— La verdad.

— ¿En serio? —alzó sus cejas en asombro.

— Sí, tú lo dijiste, no aguanto más de tanta locura. Mañana en la noche le diré todo.

Es cierto que cuando mi enojo llega a un punto tan extremo que comienzo a perder la cabeza no me doy cuenta y empiezo a soltar palabras en alemán. Simplemente se me escapa, y para todo el caos que estuve pasando estas semanas, ya se me hizo costumbre mezclar los idiomas. La situación me tiene con los nervios de punta, y me dije que esperaría a que Tara supere su intento de violación para revelarle mi secreto, pero no puedo seguir atrasando esto. No puedo seguir evitando algo que hace rato debía decirle.

No fue complicado encontrar a Connor. Al parecer entró en pánico al fracasar en el intento de violar a Tara y escapó de su casa, pero llegué a él gracias al teléfono del pelinegro, que se lo había robado cuando encontré su cuerpo. Me hice pasar por él, le escribí a Connor para que me diga dónde está, y listo. Ahora me encontraba llevando su cuerpo al bosque, porque lo sedé hace rato. 

Estaba conduciendo tranquilamente cuando de la nada me llegan varios mensajes al teléfono, pero no al que suelo usar siempre, si no al que compré para hablar específicamente con Tara siendo Bunny. Lo tomé y revisé los mensajes mientras mantenía una mano en el volante, viendo que Tara no estaba convencida de venir al bosque como yo le había pedido.

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora