⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️
Aquella chica del grupo que estaba tan convencida acerca de que yo era un asesino serial, acabó convenciendo a la otra chica, Hayley, que poco le costaba creer. Ahora, en el primer receso, saldrá a hablar con Madison porque no quiere que la paranoica de haber perdido a Lizbeth la vuelva loca, y esa es una conversación que me incumbe.
No es bueno que alguien tenga la idea de mí siendo un asesino serial. Debo entender cuáles fueron las razones de Madison para creer eso, porque tal vez soy demasiado obvio o dejo cabos sueltos.
Un detalle que no se me ocurrió fue que irían a conversar al baño de mujeres, donde claramente no puedo entrar, por lo que me vi obligado a pasar todo el receso merodeando por el pasillo, intentando escuchar lo que Madison tenía para decir. Lamentablemente, no alcancé a oír nada, y como para empeorar esa situación, me volví el triple de sospechoso cuando por idiota choqué con ambas al querer irme.
Sucedió que el receso había terminado, y no se tardaron nada en salir del baño, por lo que cuando me quise ir corriendo, casi las arrastré por el pasillo con el tremendo choque que les di, que para colmo dejó doliendo mi hombro.
Pero, obtuve algo bueno de eso.
Sólo debía regresar al salón de Madison para devolverle el teléfono con esa perfecta aplicación que me permite oír todo lo que sucede en todo momento, y de tal manera podré saber lo que ella dice de mí. El problema era saber qué mochila le pertenecía a la ricitos de oro. Para cuando llegué al salón, Madison se había ido y no pude ver cuál utilizaba, y estuve cinco minutos analizando las pertenencias de los estudiantes de lejos porque tampoco quería que los pocos que estaban dentro me vean y piensen que soy un ladrón.
No sé qué sucede, pero hoy no tengo buena suerte para acosar a personas. Siento que estoy... desincronizado.
— Estoy segura de que lo dejaste en tu mochila —oigo una voz femenina acercarse, y cuando me volteo a ver quedo hecho piedra al igual que Madison y su amiga.
«¿Es en serio?»
— ¿Qué haces aquí? —Madison no oculta el juzgamiento en lo absoluto, mirándome seriamente y un poco de asco— ¿Acaso me estás siguiendo? Llevo cruzándote todo el día.
«Fueron sólo dos veces, paranoica»
— Vine a darte esto —saqué su celular del bolsillo de mi pantalón y se lo di, dejándola aún más perdida— Cuando chocamos me lo guardé creyendo que era el mío, y no pude devolvértelo hasta ahora, que te estaba buscando.
Madison entrecerró sus ojos demostrando que no confiaba mucho en mis palabras, pero tomó el teléfono a la velocidad de la luz, asegurándose de que no tenga la pantalla rota.
— Dile gracias, ¿no? —le dijo la amiga al ver que Madison me estaba ignorando por completo.
— Da lo mismo —me echó una mirada antes de verla a ella— Vámonos.
Noto que la amiga se asombra por la falta de educación de Madison, pero de cualquier modo da la vuelta y la sigue para pasar el receso juntas. Cuando las noto un poco lejos, saco los auriculares del bolsillo de mi sudadera y los conecto a mi teléfono de camino al salón, ya sabiendo que tendría que oír lo que opinaba Madison de mi excusa reciente.
—... y no por eso debería hacerlo —comienzo a escuchar la mitad de la conversación y tomo asiento en mi lugar.
— Creo que estás exagerando —dijo la amiga con tono extrañado, dándome la sensación de que en ese mismo momento estaba mirando a Madison con cara rara.
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Todo por ti
HorrorDefinir a Johan como una persona "sumisa" no es suficiente para describir lo dependiente que es de Tara. Él haría todo lo que ella le pida con tal de verla feliz, y eso incluye un plan sangriento y retorcido que involucra la muerte de todos los que...