Capitulo 56

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La espléndida escena de la ceremonia se ha convertido en un desastre.

Dos grupos de personas del Consejo de Seguridad y de la Administración General de Asuntos Internacionales custodiaban todas las entradas y salidas con armas y municiones cargadas. Sólo se permitía la entrada pero no la salida. Se utilizaron detectores de habilidades especiales y detectores a prueba de explosiones para proteger a la multitud una y otra vez. La multitud hacía mucho ruido y protestaba por todas partes.

Los neumáticos chirriaron y el Mercedes-Benz negro se detuvo de repente ante la puerta.

Bai Sheng abrió la puerta y salió del auto. Tenía hombros anchos, cintura estrecha, piernas largas y zapatos de cuero negros formales. Si el fondo no fuera tan ruidoso y tenso, parecería una estrella de cine apareciendo en la alfombra roja. Desafortunadamente, nadie tiene la intención de prestar atención a esto ahora:—¿Dónde está Cameron?

El guardia se atragantó y antes de que pudiera responder, Bai Sheng miró a Cameron y su séquito que pasaba apresuradamente por el lugar, e inmediatamente se acercó rápidamente y gritó:—¡Elton Cameron!

Cameron se dio la vuelta y cuando vio a Bai Sheng, se cubrió la cara:—¿Por qué eres tan lento? ¿Dónde está Shen Zhuo? ¡¿Por qué no están juntos ?!

Bai Sheng ya había escuchado a la secretaria de Cameron describir brevemente la situación por teléfono a mitad de camino y frunció el ceño: —Nosotros simplemente ...

—¿Qué? ¿Una pelea? ¡¿Esta situación irreversible es sólo por tu estúpida pelea?!—Mientras Cameron caminaba por el pasillo lleno de gente, se llevó la mano a la frente y miró al cielo con emoción.—Mi coeficiente intelectual limita mi pobre imaginación. ¿Por qué le pueden pasar tantas cosas a una persona que se enamora de una hormiga?

—...— preguntó Bai Sheng, —¿Quién eres?

Cameron gritó y abrió la puerta de la sala de interrogatorios:—No tienes que hacer tantas preguntas, de todos modos no serás nadie para mí.

 ¡Entonces bang! Sin mirar atrás, cerró la puerta de golpe.

Justo cuando Bai Sheng estaba a punto de seguirlo, de repente se detuvo y miró hacia otra habitación en el pasillo a su lado.

La habitación estaba llena de vidrios desordenados y varios estudiantes de la Mesa Redonda estaban sentados llorando, en el medio había una silla de ruedas manchada de sangre y una figura humana delgada y rígida se podía ver vagamente debajo de la tela blanca.

Ese es el obispo.

La situación era tan caótica que nadie se atrevió a mover el cuerpo de la víctima con facilidad, por lo que solo pudo permanecer en el lugar temporalmente.

Bai Sheng abrió suavemente la puerta y entró en la habitación con varios estudiantes mirándolo sin comprender, se puso en cuclillas sobre una rodilla frente a la silla de ruedas y miró en silencio el familiar rostro viejo y sabio debajo de la tela blanca manchada de sangre.

—...Tú, ¿Quién eres?— La voz de un joven estudiante llegó desde atrás.

Nadie conocía a Bai Sheng, rara vez aparecía en la mesa redonda y llevaba mucho tiempo fuera.

Bai Sheng no respondió, su hermoso rostro estaba tranquilo y triste, bajó la mirada durante un largo rato e hizo la señal de la cruz en su pecho de acuerdo con la fe del obispo durante su vida.

—Te prometo que definitivamente lo haré— dijo en voz baja, El lobo alfa siempre salvaguardará a los de su especie y la paz. 

La sala de interrogatorios estaba fuertemente custodiada por el Consejo de Seguridad. Los Supervisores de la Administración General que vigilaban fuera de la escena del crimen habían sido arrestados en secreto y estaban arrodillados en el suelo con armas en la cabeza.

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