Memoria Imperdonable

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Bueno, quiero disculparme por estos días de ausencia, estuve bastante enfermo, pero ya me encuentro otra vez activo. Continuare con las actualizaciones diarias hasta terminar la novela, sin nada mas que decir, espero la disfruten muchísimo. Saludos a todos c: 


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(...) Luxury Restaurant / Prefectura de Aomori / Varios años en el pasado

La misión era básicamente un trabajo encubierto, tras estudiar muchísimo a Tadashi, nos dimos cuenta de que era imposible capturarlo en su terreno, así que lo vigilamos meticulosamente, finalmente capturamos en una conversación que se dirigiría a un centro culinario de alta categoría, planeamos reservaciones para el mismo día en el que iría nuestro objetivo. La misión seria extremadamente publica, pues todos verían el momento exacto en que le dispararíamos, pero no existía ningún otro método.

Cuando llegamos a la zona nos dividimos en tres grupos, separados en las mesas que rodeaban la reservada por el delincuente, yo estaría junto a Hirano en el frente, Mako en otra particular a la izquierda, Kato y Kosuke por la derecha. Desenfundaríamos y mataríamos al enemigo con un disparo preciso, así mismo nos ocuparíamos de sus escoltas, esperábamos por lo menos cinco hostiles, este causo sorpresa en nosotros al traer siete, sin embargo, seguía dentro de los estándares de lo que podríamos ocuparnos.

El lugar en si estaba construido alrededor de un milenario árbol, las mesas se distribuían a su alrededor, una barra central pasaba por en medio y una pared hecha enteramente de vidrio daba una visión a un hermoso bosque de bambú, la cocina estaba al aire libre, por lo que las personas se maravillaban con los movimientos fantásticos de los chefs. Nuestros platillos llegaron al mismo tiempo que este se sentó.

Se sentía una tensa atmosfera en el aire, sabíamos de lo que era capaz ese tipo, su crueldad era demoniaca, aunque allí sentado se veía muy humano, respiraba con dificultad debido a su gordura, degustaba los alimentos con pasión, sin esperar para nada lo que estaba a punto de pasarle, hice una señal a mis hombres, todos estaban llenos y distraídos, era el momento perfecto.

—¡Todo el mundo al suelo! —Exclamé apuntando al objetivo al mismo tiempo que mis camaradas realizaban la misma acción con los guardias de seguridad.

—¡Alto! —Gritó el tipo en un vano intento por frenar nuestra acometida, ese instante no era para pedir piedad, era un aviso.

No fui capaz de darle porque recibí un balazo en el brazo, este me pudo haber dado en la cabeza de no ser por Hirano, quien me tacleo al darse cuenta de la mira laser que me apuntaba, francotiradores camuflados en el área, luego nos enteramos que los coloco desde hacía días, con protectores de calor que ni siquiera Alphonse fue capaz de descubrir.

// —¡Se acercan fuerzas de asalto! ¡Salgan rápido! —Ordenó mi asesor científico, liberando la alarma de incendio para causar más desorden, el caos seria lo único que podría salvarnos. //

El dolor en mi brazo era increíblemente martirizante, la bala me había atravesado justo en la zona de la axila, dejando esa extremidad completamente inutilizable, vi a los escoltas de Tadashi caer uno tras otro, sin embargo, ese gordo condenado se dirigía a la puerta de vidrio, planeaba escapar por allí. No podía permitirlo, si se iba podía que no volviésemos a tener la oportunidad.

—¡Jefe! ¡Jefe vámonos! —Gritó Hirano, pero yo lo escuchaba sumamente lejos, el resto de mis tropas, estaban detrás de varias mesas atrincherados, protegiéndose de los disparos de los rifles de asalto.

—¡Lancen una granada! —Ordené de forma cruel, sabiendo que las esquirlas comprometían a los civiles —¡Kato! ¡Kosuke! ¡Saquen a todos de aquí! —Puntualice para que se movilizaran.

Lo hicieron con quienes pudieron, las fuerzas de infantería acribillaron todo a su paso, matando una cantidad enorme de personas inocentes, familias destruidas en segundo por una maldad sin límites, pero sería muy estúpido si pretendía creer que le dejaría irse de rositas. Su crueldad fue un arma de doble filo, ya no había nada de lo que preocuparse, así que Mako preparo el explosivo y se lo mando al objetivo, quien exploto junto al grupo que planeaba fungir como escoltas.

La llamarada fue un espectáculo horroroso, la adrenalina desapareció al instante y simplemente me desplome, escuchaba voces que clamaban por una explicación, a mis camaradas dando declaraciones falsas sobre mi persona, no obstante, en cuanto llegue al hospital y me colocaron el sedante simplemente me desaparecí, ya no había nada que hacer, solo confiar en mis soldados.

(...) Casa de Nagasaki / Actualidad

—Lo siguiente que supe fue que Alphonse logro rastrear la sede de los traficantes de órganos, sacando a la luz todos los trapos sucios de la organización, el impulso mediático me alzo como una especie de héroe del pueblo, que limpiaba las calles de la basura corrupta —Expliqué suspirando.

—Suena muy esperanzador, pero no te escuchas muy convencido de eso —Se burló de mi con una sonrisa radiante.

—Los salvadores no existen, uno mismo es el que toma la decisión de hacerlo, nadie más —Argumenté mi postura con seriedad.

—Tú me salvaste —Dijo esta con ternura.

—Te di una oportunidad Valeria, tu simplemente la aprovechaste de la mejor manera posible, si lo hubieses querido perfectamente pudiste ocultar lo que te pasaba y todavía seguirías en ese casino en la Habana —Revelé algo de lo que ella misma no se percataba.

—Lo dudo mucho, había intentado escapar tantas veces que no tenía intenciones de seguir, pero bueno, gracias a ti no me rendí —Declaraste dándome un tierno beso en los labios.

—Te amo muchísimo mi perla, aunque estoy algo agotado ¿Podríamos dormir? —Dudé esperando una respuesta afirmativa.

—Claro papito, no todo en esta vida es sexo —Burló usando su genial acento latino.

Apagamos las luces y nos quedamos dormidos abrazados, cuando por fin se encontraba profundamente dormida me puse de pie al instante, percatándome de su rostro angelical al descansar, mis hombres me esperaban en la puerta, asumía que ya tenían la ubicación y los contactos de nuestro enemigo sus rostros de fidelidad me lo confirmaron.

—¿No se va a despedir jefe? —Cuestionó Kato algo nervioso.

—Volveré pronto, si no me he muerto hasta ahora no comenzare en estos momentos, no hasta que Renko y toda su comitiva sea aniquilada —Comenté con confianza.

—Ese es nuestro jefe, el que no se deja tocar las pelotas por nadie —Expresó Kosuke mientras bajaba las escaleras.

—Salvo la señorita Otero, ella si las manosea —Carcajeó Mako con su tono acido.

—Bueno, basta de preámbulos, hora de poner rumbo a Ueno, el contacto nos está esperando y el viaje será bastante largo —Enfatizo Hirano colocándole mayor seriedad al asunto.

Tomamos el avión privado con destino a la región central, sabía que entre ese nido de ratas acabaríamos con esos desgraciados que le segaron la vida a mi chofer, era triste ver como toda esa hermosa modernización era opacada por la crueldad permanente en los corazones de los seres humanos, esta debía ser limpiada para que la capital volviera a relucir tanto en belleza como en moralidad.  

El Soberano YakuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora