El Soberano Yakuza

Recordatorio Cruel

(...) Taller de Autopartes / Nagasaki / Yakuso

Cuando lo vi no pude creerlo, estaba en charco inmenso de sangre, le habían disparado múltiples veces en el abdomen y aun así se podía ver que murió a causa del desangramiento, tenía años sin sentir tanta rabia contenida, veía a los paramédicos limpiar la escena, era demasiado tarde, su camino era a la morgue, pero tenía pensado darle un funeral honorifico, tristemente otros tres trabajadores también fueron asesinados en la escena.

—¿Quién pudo ser tan cruel? —Musitó mi novia con melancolía.

—¿Tenemos los registros de las cámaras? —Pregunté con una profunda tristeza, siendo abrazado por Valeria.

—Todos ellos, los analizaremos en la base, quizás podamos tomarnos un momento para continuar con la siguiente incursión y... —Las palabras de Alphonse fueron interrumpidas por mi persona.

—Ni lo sueñes, matare a esos bastardos antes de hacer cualquier cosa, Renko está detrás de esto, estoy segurísimo —Apreté con fuerza mi puño sabiendo con absoluta certeza quien era mi enemigo.

Las familias de los empleados estuvieron muy agradecidas con mi donativo, yo sabía lo que era perder a un ser querido y todos ellos tenían mujeres e hijos ¿Acaso le importo eso a los perpetradores? No, crearon huérfanos solo por estar entre la presa y ellos, eran unos ineficientes que solo buscaban lucrarse del dolor y dejarme en claro un mensaje, pues en las paredes se vislumbraba un texto escrito con sangre "Lárgate de Tokio" esto era en parte mi culpa, pues nunca asumí que Ayato pudiera estar en peligro, ahora sabía que todos lo estábamos.

La ceremonia fúnebre fue un acto sobrio y sencillo, decidimos meterlos en el proyecto de árboles que sirven de féretros, una forma de ayudar al planeta y preservar la memoria de aquellos que se fueron, esperaba que el de mi chofer creciera fuerte y robusto, que diera gran sombra y tranquilidad, como la que el dio a mi persona tantas veces mediante sus charlas y chistes, junto al gran manejo que tenía al volante. Después de este acto, donde esperaba que su espíritu me perdonase por la imprudencia de haberlo dejado solo ante los males del mundo, volvimos a la casona, era momento de estudiar quienes eran los responsables de ese acto tan maquiavélico.

(...) Nagasaki / Casa Segura

Reunidos en la sala de servidores, mis hombres y yo comenzamos a contemplar las grabaciones de seguridad, los perpetradores bajaron de una camioneta blindada sin placa, portando pasamontañas y guantes oscuros, accionaron fusiles automáticos para liquidar a cualquiera que estuviese en el camino, tras acabar con todos y escribir lo que les correspondía se montaron de nuevo en su vehículo, huyendo de la escena al instante.

—No hay nada allí, ni un solo índice que nos revele alguna identidad —Frote mi cara con frustración, ante la desagradable realidad que se vislumbraba en mis ojos.

—Revisamos los casquillos de las municiones, no tienen registro aparente, están limpio y son balas irrastreables —Añadió Kato con enojo, la cosa se complicaba muchísimo.

—Tenemos que hacerles seguimiento a las cámaras de seguridad de la zona —Comentó con paciencia, obligándonos a rastrear de forma meticulosa el metraje.

Durante todo el camino se mantuvieron escondidos, sin dar ningún tipo de prueba o avance que sirviera para buscarlos, no obstante, pararon finalmente en un edificio que estaba a medio construir, este no tenía ningún tipo de servidor electrónico, por lo que asumimos se trataba de un punto de intercepción, durante las siguientes horas nadie había salido de allí.

—Puede que sea su base, deberíamos ir a buscarlos —Comentó Mako motivando al resto.

—Por supuesto que no, nadie ha salido si quiera a comprar provisiones, es evidente que tendrán una conexión con el alcantarillado, podrían haber ido por cualquier parte de la ciudad —Enuncié frustrado, todos los pasadizos parecían callejones sin salida.