(...) Bahía de Omura / Al día Siguiente / Valeria
Desperté con un sentimiento de vacío en mi interior, de todas las veces que te fuiste no esperaba que esta fuera precisamente una de ellas. Admito que el abandono me dolió mucho, lo único que tenía era un testamento dejado en mi teléfono, donde explicabas con lujo de detalle cómo estaban tras la pista de Isao, el líder de una red de secuestro, volverías a la base para armar una formación y uno de tus hombres pasaría a buscarme más tarde.
—Demonios Kuso... —Suspiré muy enojada, aunque quisiera no podía simplemente estar satisfecha con semejante porquería.
Ignore el asunto y me fui directo a la regadera, donde la deliciosa agua despejaría por completo mis ideas y me liberaría de los olores que se impregnaron en mi piel la noche anterior. Lo odiaba profundamente en ese instante, sin importar que ayer lo amaba con locura, el llamado de los posaderos para indicarme que el desayuno estaba listo me hizo apurarme, tomando una bata de baño y saliendo con el pelo desarreglado a recibirlo.
—¡Arigato! —Agradecí bajando la cabeza, aceptando el delicioso platillo que me entregaban, se trataban de simples sándwiches tostados, eso sí, preparados con mucho amor y un té caliente. Adjunto a la bandeja venia una notita emitida por mi amado, otro intento para que lo perdonara por su falta de cortesía —No va a funcionar idiota —Pensé con enojo, arrugando la misiva y lanzándola a la basura.
Disfrute mi comida viendo hacia la ventana, disfrutando de la vista costera y los hermosos riscos que poblaban ese territorio, decidí que me olvidaría de esos sentimientos odiosos, aprovecharía los boletos que tenía y gozaría de una tarde relajante en ese centro de aguas termales, donde me liberaría de esos horribles demonios.
Tome mi ropa cómoda y me prepare para partir, solicite a mis anfitriones que me llevaran hasta la zona, ya que no tenía idea de donde quedaban. El hijo de la señora fue quien se ofreció a hacerlo, caminando conmigo hasta el cercano recinto, una variación notable en la temperatura del aire me hizo notar que ya estábamos cerca, la neblina empezaba a cubrir los alrededores de la entrada, estos eran geiseres naturales, apoyados por la tecnología para disfrute de los invitados.
—Aquí es —Indicó en toda la puerta, la cual apareció cuando la tuvimos verdaderamente cerca.
—¡Bienvenidos! —Saludó cordialmente un señor de gran barriga —¿Tiene reservación o viene por su propia cuenta? —Cuestionó este con interés en mi persona.
—Es la novia de Yakuso-sama —Comentó el muchacho, consiguiendo que el tipo comenzara a sudar frio.
—¡Valeria Otero en persona! ¡Si! Nos hablaron mucho de usted, pase adelante por favor, tiene un paquete completo VIP —Apenas alcanzaba a entender esas palabras, pero el corpulento sujeto llamo a varias personas para que me ingresaran en los baños.
He de admitir que nunca me trataron con tanta amabilidad como en ese sitio, primeramente, me hicieron un tratamiento exfoliante, con varias mezclas de arenas y minerales que purificarían mi ser, estas pasaban por mi piel de forma rasposa, deshaciéndose del tejido muerto para dejarme lo más pura posible, esta fue solo la antesala.
Posteriormente me metieron en una piscina con especias y toda clase de velas, esto me indicaron que se trataba de la aromaterapia, donde mediante canciones armónicas y esencias deliciosas se equilibraban nuevamente mis sentidos, sin duda una experiencia particular, eso sí, luego procedió algo mucho más desagradable.
Me untaron lodo y chocolate, sumergiéndome en piscinas de esos extraños materiales, siempre pensé que el primero se lavaba y el segundo se comía, jamás pensé deliberadamente en untármelo para que eso rejuveneciera mi cuerpo, según ellos ese era su maravilloso efecto, un milagro de la naturaleza para alargar la juventud en los seres humanos.
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El Soberano Yakuza
RomanceCuando dos personas que no tienen nada que perder se unen, nada bueno puede salir de esa mezcla, Valeria era una bailarína de un casino de la Habana, salió como cualquier otra noche a dar un espectáculo hermoso, sin quererlo, llamo la atención de un...