(...) Casa Segura / Nagasaki / Yakuso
Por la mañana pude levantarme y asearme con normalidad, me dio tiempo incluso de bajar, hacer algo de desayuno y subírselo a mi querida esposa, quien suspiro agradecida por tantas atenciones, este segundo aniversario fue todavía más maravilloso que el anterior, mi espíritu bailo tanto con esa danza que compuso para nosotros, esa vida me alejo rotundamente de la realidad, pero mis hombres estaban allí para recordármela sin contemplaciones.
—Disculpe las molestias señor, Alphonse lo llama a su despacho, de hecho, quiere una reunión con todos —Solicitó Kato, quien saludo cordial a mi amada.
—Claro, en un segundo voy —Todavía estaba en pijama, al menos pude terminarme el pan tostado —Ya falta poco —Aseguré dándole un beso en los labios a Valeria, quien me tomo por la nuca y lo hizo más duradero.
—Lo sé, voy a dormir otro rato, no te vayas sin despedirte —Rogó estresada, sumergiéndose de nuevo en las sabanas.
Tomé fuerzas de donde no las había y me coloque elegante, tome peine, crema, cepillo y desodorante, algo que enaltece mucho tu poder sobre tus empleados es el porte, un líder no puede verse desahuciado o esas vibras caerán sobre tu pelotón y la misión estará condenada al fracaso. Baje hasta el sitio especificado, Jinmei ya se había marchado de nuevo al despacho del alcalde, estaba rodeado por mis guardias de confianza, el alemán en su computador y otros chicos que deseaban ganarse un poco la vida.
—Gusto verlo Mein Fhurer, me complace indicarle que los preparativos para la misión están listos, específicamente como los informantes nos dijeron, Masaki se encuentra en la isla de en medio, Nakasu, infiltrarnos no será fácil —Expresó este con precisión.
—Ocuparemos la misma estrategia de submarinista —Chocó los puños Kosuke con el experto en armas.
—Esa es la solución más viable, sin embargo, esto tiene que ser algo mucho más logístico, yo estaré presente en todo momento, arriba es una fachada, restaurantes, clubs nocturnos y tonterías, el poder reside en el subsuelo, una línea compartida con el sistema de tratamientos de aguas —Mostro el rubio en tiempo real un bosquejo de unas instalaciones escondidas bajo tierra.
—¿Qué tienen allí? —Consultó Hirano un poco preocupado.
—Ladrones y criminales, al parecer les están lavando el cerebro a través de un sistema de adoctrinamiento, con el objetivo de reinsertarlos en la sociedad como agentes del orden —Mencionó el científico con fascinación.
—Diablos ¿Qué también les ha ido? —Interrogué preocupado.
—Por ahora pocos resultados positivos, los sujetos se resisten a los controles, aunque es solo cuestión de tiempo para que lo consigan, el estará en el centro, en una zona dedicada a la administración y las finanzas de la superficie —Enfocó en el chip que rastreaba al objetivo.
—¿Cuánto tendremos que meternos? —Dudé viendo a los presentes.
—Cuarenta por lo menos —Ese comentario me dejo frio.
—¿Cómo controlare a tantos efectivos? —Repliqué ante esa cifra.
—La seguridad es muy estricta, cada uno debe llevar a un pelotón e ir cercando poco a poco a Masaki, hasta que le den el golpe de gracia —Confirmó simulando en su programa que el punto rojo de nuestro adversario estallaba.
—Muy bien, no me importa quién lo liquide, pero el que lo haga tendrá mi beneplácito, podrá pedirme lo que quiera —Ofrecí un premio verdaderamente jugoso. Llamando la atención especialmente de los novatos.
—En resumen, cuatro entradas, cuatro equipos, múltiples caminos, pero un solo objetivo, si se mueven bien y apuntan correctamente esto será pan comido —Expresé provocando serenidad en mis fuerzas —Kato, Kosuke, Hirano y yo lideramos ¿Cuándo iremos? —Pregunté viendo directamente a la mirada fría de Alphonse.
—Hoy mismo en la tarde Mein Fhurer, no podemos dejar que el objetivo se vaya, mientras siga allí, será vulnerable a nosotros —Expresó el caballero con certeza.
—Estupendo, bueno equipo, prepárense muy bien, coman, tomen y llévense alguna chica a la cama, porque en unas horas, los llevare directamente ante el peligro, pero, para todos los que sobrevivan les esperan las oportunidades que tanto han anhelado ¡Mas les vale seguir con vida! —Exclamé viendo sus caras esperanzadas, muchas se irían con la oscuridad, perdidas en el cauce acuático, tantas cosas que podrían salir mal, solo que, como hombre de palabra les entregaría sus premios, si no a ellos, a sus familias.
Esa emoción de adrenalina volvió a mi ser, no desapareció al disfrutar de la paz que viví en mi luna de miel, todo lo contrario, quedaba siempre latente, lista para explotar en cualquier momento, como en Haití contra uno de mis enemigos o en Afganistán cuando salvamos a las chicas. En el fondo de mi alma lo sabía, adoraba esa vida, estaba tan acostumbrado a ser un monstruo que suavizarme me provocaba cierta sensación de desgano, quería salir a esas calles, llegar hasta ese desgraciado y cegarle la vida, pensar en eso me satisfacía de una forma grotesca.
No obstante, mientras preparaba mis herramientas, revisaba las municiones con mi asesor de armas, los sistemas eléctricos con Alphonse y brindaba palabras de aliento a los más jóvenes reclutas pensaba en Valeria sin parar, seguro estaría durmiendo, bailando, comiendo, viendo series o publicando en sus redes y yo deseaba estar a su lado, por un momento me di cuenta de que hacer eso me hacía sentir vivo, sin embargo, soñar juntos era igual o más maravilloso.
Almorcé con ella, ignore al resto de mis fuerzas y me recosté durante el resto de las horas que quedaban, hasta que finalmente mi reloj y la impaciencia de Hirano me recordaron lo que debía hacer, tome el bolso que prepare, troné mi cuello para liberar el estrés y vi como mi amada me veía fijamente, estaba preocupada.
—Nos vemos mañana temprano —Sonreí con falsedad.
—Ahórrate las sonrisas, espero verte pronto —Dijo ella poniéndose de pie, dándome un abrazo y besándome profundamente —Solo dos más... —Susurró en mi oído.
—Solo dos más —Repetí antes de marcharme y varias veces en mi cabeza —¡Te amo muchísimo Valeria! —Agregué dirigiéndome a la salida, mi equipo estaba listo, tomaríamos el avión hasta llegar a Fukuoka y de allí nos haríamos con el control de Nakasu. Ese era el plan, ahora solo faltaba la parte más difícil, ejecutarlo.
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El Soberano Yakuza
RomanceCuando dos personas que no tienen nada que perder se unen, nada bueno puede salir de esa mezcla, Valeria era una bailarína de un casino de la Habana, salió como cualquier otra noche a dar un espectáculo hermoso, sin quererlo, llamo la atención de un...