(...) Hiroshima / Oficinas administrativas "Guardia Imperial" / Yakuso
Aparecimos frente al imponente edificio tras varios días, era necesario guardar las distancias para que nadie viera venir el ataque. Alphonse hizo muy bien su trabajo, colocando nuestra información en el interior de la compañía, entramos como personal de seguridad, aseo, mantenimiento y asistencia de oficinista, labores tan comunes y con nomina tan amplia que nadie notaria jamás el ingreso de cuatro personas más. Kato, Mako, Hirano y yo seriamos los encargados de proceder con el ataque, de ser descubierto teníamos un blindado a unas cuadras a la espera de darnos asistencia, pero todos esperábamos no tener que llegar a usarlo.
Entramos en turnos de horarios muy distintos, con la finalidad de que fuera todavía menos predecible. Cuando llego mi momento me plante en frente de esa inmensa construcción, impasible e inalterable, buscaba mostrarse como algo intocable, sin embargo, allí estaba yo, a punto de hacerla pedazos desde sus cimientos, ingrese con calma y con un traje muy bien arreglado, eran las desventajas de haber nacido en una alta cuna, mi origen millonario me imposibilitaba verme como alguien que practicara laboras básicas, aunque como siempre he dicho, igual de necesarias.
—Muy buenos días —Saludé cordialmente al recepcionista quien reviso rápidamente sus documentos.
—¿Tiene una cita? —Cuestionó el muchacho con intriga.
—Soy Kyura, el nuevo muchacho que asistirá al señor Akayashi —Expresé mi coartada sin un atisbo de duda.
—¡Oh sí! Aquí ya lo vi, es raro, nunca vino a una entrevista —Comentó este con cautela, comprobando mi información en su computadora.
—Ya sabe cómo son estas cosas, ahora todo se hace por internet —Sonreí con serenidad, todo marchaba de acuerdo al plan.
—Muy bien, no le quito más tiempo, proceda —Me devolvió mi identificación el varón, dándome carta libre para acceder a las instalaciones.
Procedí hasta el ascensor y subí con el sin ningún tipo de problema, guardaba un auricular en la solapa de mi gabardina, a la espera de que mi asesor científico me diera la señal afirmativa. Hasta entonces nos expondríamos a las cámaras de seguridad, pero en cuanto estas fueran intervenidas se desataría el caos, debíamos estar posicionados para ese momento.
Finalmente llegué al pasillo que interconectaba toda el área de oficinas, unos cubículos separados por paredes y puertas de vidrios, dándole la privacidad a los señores de las finanzas, toda una fachada para esconder las verdaderas intenciones de este lugar, escogí a uno de los contadores menos importantes, para que el proceso de fichaje que Alphonse tuviera que hackear fuera menos vigilado. Llegue a la entrada y toque repetidamente, siendo recibido por un amable caballero.
—Oh, por fin llegues. Tú debes ser Yakuso-san, toma asiento por favor —Indicó el anciano con presteza —¿Té o café muchacho? —Sugirió este emocionado.
—Whisky —Respondí haciendo que este carcajeara —Té por favor —Acoté revisando mi reloj, quedaban quince minutos para la intervención.
—No tienes idea de cómo estuve buscando candidatos para este puesto, muchos creen que cualquiera puede ser el asistente de un contador, pero se equivocan, yo empecé en otra compañía de esa misma manera, hasta que alcance el puesto de jefe con mi esfuerzo y trabajo dura, estoy convencido de que en tu caso será igual —Explicó este esperanzado, colocando el caliente liquido delante de mí.
—Muchas gracias, esperemos que así sea —Acepté cordialmente, tomando la sabrosa bebida y fingiendo que era el joven de ese dichoso curriculum —¿Por qué se fue de la empresa anterior? Si puedo saber claro y disculpé la intromisión —Interrogué haciendo tiempo. Faltaban tan solo diez minutos.
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El Soberano Yakuza
Storie d'amoreCuando dos personas que no tienen nada que perder se unen, nada bueno puede salir de esa mezcla, Valeria era una bailarína de un casino de la Habana, salió como cualquier otra noche a dar un espectáculo hermoso, sin quererlo, llamo la atención de un...