Isla en el Caribe

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(...) Islote Virgen / Unas horas más tarde

Una llamada inesperada marco mi teléfono cuando estaba a punto de regresar a Japón, Jinmei y Alphonse se encontraban en una pequeña formación de tierra en medio del mar, al parecer hablando con un sujeto que nos ofrecía un buen trato por venderla. Mi presencia en la zona venia como anillo al dedo, pues así todos los inversionistas podríamos evaluar el panorama.

Cabe destacar que me dirigí a ella tomando un navío, el cual me consiguió Joshua con facilidad, ya que la zona en cuestión no contaba con una pista de aterrizaje, mis asesores científicos arribaron en Aruba y desde allí se trasladaron hasta el área. No me hizo falta mucho tiempo en la embarcación cuando pude verla, se trataba de una zona bastante limitada en cuanto a cantidad de espacio disponible, sabía que adquirir ese tipo de cosas era algo en extremo costoso, pero eso nos permitiría crear todo lo que anhelaba. Reflexione arduamente sobre lo que diría, hasta que por fin arribamos en la orilla, bajándome con cuidado para no caer sobre la arena.

—¡Mein Fhurer! —Saludó el alemán quien portaba gafas de sol —Bienvenido —Completó dándome un fuerte abrazo.

—Disculpe que interrumpiéramos su luto jefe, solo que consideramos que se podría aprovechar la oportunidad —Bajo la cabeza el economista con cierta pena, viendo como otro sujeto, esta vez de piel morena y actitud confiada se acercaba a nosotros.

—Un gusto conocerlo por fin señor Kyura, mi nombre es Carlos Fuentes y soy el agente encargado de este pedazo de paraíso —Aseguró en un tono soberbio como si lo que tuviese fuese irremplazable.

—El placer es todo mío, puede decirme Yakuso si lo prefiere —Dialogué con cordialidad, en cuanto vieron mi cara, mis compañeros supieron que no estaba nada convencido —Hábleme un poco de ella —Solicité cruzándome de brazos.

—Por supuesto, me dijeron que su objetivo principal era crear un resort, bueno, este sitio es perfecto para ello, la zona no tiene casi transito marítimo y aun así tiene muy buenas conexiones con las distintas islas del caribe, por lo que podría sacar cruceros a todas partes, la fauna y flora también es muy prolífica, hablo de buceo y esas cosas, por no mencionar que tiene una altura considerable, lo que la protege contra desastres naturales, aunque claro nunca vendría mal una línea de cimientos para estar más seguros, en resumen le estamos entregando un tesoro para que pueda convertirlo en su mina de oro —Su forma de hablar estaba plagada de confianza, sin ninguna duda era un excelente vendedor.

—Eso puedo verlo, solo que es un poco más pequeña de lo que esperaba, no sé si se le podría sacar el partido que necesito —Comenté con algo de negatividad.

—Con una buena administración del espacio podrá hacer todo lo que quiera y más, además, si acepta en estos momentos le rebajaremos un millón del costo total, en verdad queremos que se lleve esta gran oferta —Sonrió con su dentadura perfecta, endulzando más la jugada.

—Jefe ¿Puede venir un momento? —Solicitó Alphonse caminando en sentido contrario junto a Jinmei.

—¿Qué ocurre? No sé porque vinieron a ver esto en primer lugar, no cumple con los requisitos —Musité lo que para mí era evidente.

—Cierto Mein Fhurer, esta distante de serlo... Al menos en estos momentos —Comentó pidiéndole al economista que sacara un plano.

—¿Qué es esto? —Dudé al ver la imagen, era un diseño creado por el puño del alemán, se trataba de diez islas interconectadas a través de un tren y en el medio este islote sobre el que estábamos parados.

—Geo-ingeniería, con los materiales suficientes seré capaz de construir un resort como ningún otro, eso atraerá a turistas de todo el mundo y maximizara nuestras ganancias, las áreas de estudios estarán a los alrededores y la torre administrativa en el centro, cada uno puede contar con su propio hotel —Explicó el rubio los objetivos de ese macro proyecto.

—Pero... Eso se ve muy costoso —Alegué un tanto preocupado.

—Estuvimos revisando costes y de hecho sale mucho más económico, además, comprarle este territorio saldrá a un precio de lujo y aparte no nos exigirán ningún tipo de política, es prácticamente como si fuera una nación independiente —Acotó el japonés con certeza en lo que decía.

Me pare un momento para contemplar todo a mi alrededor, respire profundamente, llenando mis pulmones de la brisa marina, intente concentrarme para tomar la decisión correcta y entonces recordé mi sueño, por alguna razón sentía que ese sitio no existía, así que yo mismo tendría que construirlo, con ayuda de personas sumamente talentosas por supuesto.

—¡Carlos! —Llame desde la otra punta de la orilla, fue gracioso ver como este se acercó a zancadas largas, emocionado por saber mi respuesta.

—¿Si? —Dudó con la respiración algo entrecortada.

—Si le bajas millón y medio les daré todo, en billetes de cien —Ofrecí causando que se pusiera de todos los colores.

—Yo... Bueno, hare unas llamadas —Su indignación me provocaba carcajadas, solo que las aguante por respeto. El arte de las finanzas y las negociaciones te decía que sin importar la oferta que te hagan, siempre se puede conseguir que le rebajen más.

—De acuerdo caballeros, trato hecho —Alzo la mano el sujeto, la cual estreche con muchísimo gusto, tomamos rumbo de nuevo al barco, solo que en esta ocasión mis asesores financieros me acompañaron de regreso a Cuba, mientras que el tal Fuentes se fue con una sonrisa de oreja a oreja.

—Yakuso-sama, le tenía nuevas noticias, tras conversar con el gobierno nos hemos hecho con los terrenos que pertenecían a Renko, en donde se libró la última misión, ahora le pertenecen —Afirmó el economista orgulloso.

—Hiciste un gran trabajo Jinmei —Felicité con honestidad, gratamente sorprendido por su excelente gestión.

—Yo también tengo cosas buenas para compartir, la sala de servidores que instale en Nagasaki han alcanzado un poder mucho mayor, ahora estoy adquiriendo la capacidad de manipular información a gran escala por las redes, por lo que cree un algoritmo que devora todos los rumores o informaciones que se tenía de usted, la criminal familia Kyura desaparece de la historia, a partir de ahora será un empresario totalmente limpio —Garantizó Alphonse con soberbia, solo que eso despertó en mi cierto interés.

—¿Qué tanta capacidad de computo posees? —Dudé recordando a las altas cúpulas de poder en el mundo.

—Mucho ¿Qué necesita exactamente? —Interrogó expectante.

—Información y sobre todo... Control —Pedí con seriedad, viendo que este se animaba gratamente.     

El Soberano YakuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora