Amigas

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—Mériac, nunca en toda mi vida, había tenido alguien a quien llamar amiga. Ahora resulta que mi única amiga pertenece a la especie que he odiado desde mi infancia. Recuerdo muy bien esa noche; papá regresaba de una redada, los compañeros de trabajo lo tildaban de loco. Esa noche yo salí a recibirlo, tenía ocho años; entonces apareció detrás de él. Pude ver perfectamente cuando lo mordió; la piel se tornó azur, los ojos mostraron horror, miedo, murió frente a mi. Dejó caer el cuerpo como si fuera un envase de jugo vacío. Desde esa noche juré que les daría caza, ni un sólo instante pasó sin que estuviera dedicada a la investigación sobre tu estirpe. Fue hasta cuando tenía trece años que sufrí un accidente; me atropellaron y estuve en coma profundo durante un mes. Al despertar me di cuenta que el modo de aniquilarlos es hacernos inmunes a sus poderes. Dediqué quince años de mi vida a estudiar cómo sus poderes afectaban fisiológicamente a los humanos. Mi investigación rayaba en la ilegalidad, así que algunos inversionistas de igual giro apoyaron mi causa. El representante de todas ellos era a quien tú llamabas Nicolás. Durante ese tiempo, aunque desconocía el origen de los poderes vampíricos, pude apreciar los efectos que causaban en nuestros organismos. Comenzamos por lo que me pareció más sencillo: los mentales. Descubrimos que los armónicos cambiaban al hacer uso de los poderes sónicos y eran modulados con ciertas características que tienen las ondas alfas, al principio hicimos artefactos capaces de modificar los armónicos. Como habrás visto, posteriormente modificamos nuestros oídos para protegernos de los ataques sónicos. Además hicimos otros descubrimientos. Pero sin lugar a dudas el mayor aporte fue tu participación dentro de nuestro grupo. Tu capacidad de investigación y dedicación, dio el impulso que se requería; rompiste paradigmas en nuestros procesos de investigación.

"Todo el tiempo fuimos manipulados por uno de ustedes para llegar a un punto donde casi ocasionamos la destrucción de nuestra especie; esta noche evitaste la perdida de una gran cantidad de vidas, incluyendo la mía. La humanidad te verá como un monstruo devora humanos, como la personificación de todas sus pesadillas, como el cordero ve al lobo, pero yo siempre te veré como una gran amiga, en quien siempre podré confiar".

***

El teléfono sonó. Con un dejo de tedio tomó el auricular. Sin lugar a dudas serían más excusas para justificar la tardanza del envío. Era la última vez que compraría con ese proveedor.

—Tienda de Anime y Manga, Fang Girl lo atiende Sofía, ¿en qué le puedo servir? —respondió apática.

Le tomó tiempo poder articular palabra alguna.

—¿En realidad eres tu Mériac?

***

—Sofía, espero que estén bien; no había podido comunicarme con ustedes. He tenido que pasar por situaciones extrañas e incomunes.

—¿Dónde estás? —preguntó angustiada.

—Lejos... —respondió con nostalgia— ¿Cómo están los muchachos?

—Beto se casó y obtuvo otro trabajo; Carlos recibió una oferta de empleó en el Distrito Federal hace dos años, yo me quedé para atender el local.

—¿Por qué no te fuiste también? —preguntó desconcertada.

—Te prometí que estaría contigo siempre; salvaste mi vida dos veces —guardó silencio—. Eres mi única amiga.

—Sofía... —agregó con un nudo en la garganta— No sabes cómo agradezco haberte contratado aquel día... pero no voy a regresar.

—¿Qué dices? —preguntó angustiada.

—Mañana llegará un abogado a la tienda con los papeles del traspaso. La tienda es tuya, trata de localizar a Carlos y Beto, dejé para ustedes tres cuentas individuales con dinero suficiente para que no tengan problemas económicos.

MériacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora