Algo ha cambiado dentro de mí; no sólo me he liberado de Gabriel, sino que he visto la esencia del demonio que habita en nosotros y aquello en lo que puedo transformarme. Una mente trastocada por la obnubilación de los sentimientos. Jessica Miller lucha por salvar a la humanidad. Los preternaturales hacen algo similar y yo sólo busco mi lugar en un mundo que se debate entre oscuridad y luz.
Aroma de brisa salada, cuánta calma. Mis heridas casi sanan por completo. He perdido la noción del tiempo. Hace días que no veo a Outis. Dijo que tenía que partir rumbo al oriente. Extraño la compañía humana o preternatural. Cuántas veces maldije ser inmortal, y ahora resulta que soy más humana en esta existencia que en esa realidad alterna. Cuán irónica puede ser la vida.
Tengo que ayudar a Jessica a comprender que la creación de meta-humanos sólo llevará a la destrucción. Quizás ella esté en el proyecto que supuestamente debería hacer yo, puesto que entró en la habitación a jugar con el lucar y conmigo.
Espero que Markus reciba el correo que le envié. Bueno, también que pueda resolver el acertijo que va junto con el correo. No creo que lo acepte. Si yo que lo he visto no puedo creerlo, ahora él.
Creo que ha sido el único que se ha mostrado como un amigo conmigo. Darme la joya que llevo dentro de mí, único vestigio de la humanidad que alguna vez tuvo.
Comenzaré una larga jornada que pondrá a prueba mi entereza; quizás termine extinta o como un animal sangriento.
Aún no sé con certeza qué debo hacer, detener a Jessica Miller o ayudarla; dar aviso a mis congéneres o dejar que los destruyan; son decisiones muy difíciles las que habré de tomar, pero tendré que hacerlo.
Cada segundo que pasa ese futuro se acerca, una guerra entre meta-humanos y vampiros que despertará a los ancianos y será el fin de la humanidad y de la sociedad.
Y una vez que lo logré ¿Qué? Jessica permitirá que continúe mi existencia como un vampiro. Me ayudará a volver a la normalidad o me usará como cobaya en sus experimentos.
Tengo alguna oportunidad de salvar mi alma, si es que aún la tengo.
Hace tiempo leí de algo llamado la redención, un estado en el que no necesitamos sangre o alimento. El hambre es sometida y saciada por completo e incluso se puede recuperar el alma.
Ese ser que ayudó a Beto aquella noche en que casi lo asesino, quizás era uno de esos liberados. En ese momento no lo supe sino hasta después, dicen que ellos alcanzan ese estado y son salvados del infierno.
Si ellos logran llegar a la redención, quizás tenga una oportunidad de salvarme.
El día está por salir, pero ya no tengo miedo, no más. Por primera vez en décadas tengo fe y esperanza en que las cosas saldrán bien. He cruzado el pantano, he llegado a lo más bajo, tocado el fondo, y aún sigo siendo yo.
He sufrido y padecido. Cada noche he vivido con miedo y sufrimiento desde hace lustros. Me he repudiado por lo que soy. He deseado terminar con mi existencia, pero no más. Hoy me levanto, tengo esperanza y fe.
He conocido el infierno y a sus habitantes, he sido tocada por la maldad y arrastrada hacia la perversión. Pero he logrado conservar la cordura.
No soy un monstruo, no soy Hada Azul o cualquier otro epíteto o eufemismo que se dirija a mí. Soy Mériac Duval y he decidido no convertirme en un monstruo. Ahora, por primera vez en toda mi existencia me siento dueña de mi destino y libre.
Sanderti no sólo exorcizó a Gabriel, sino a todos mis demonios internos. Buscaré a Jessica y posteriormente ayudaré a Sanderti.
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Mériac
KorkuDurante veinticinco años de vida inmortal acompañaremos a Mériac en un recorrido donde conocerá las fuerzas más oscuras de este nuevo mundo. La eterna guerra entre Cruzados y la Sociedad Inmortal, los mitos, las familias sanguíneas que conforman cad...