Narrado por Jazzlyn:
Sople un mechón de mi cabello mientras volvía a sentarme sobre la maleta y por muy buena suerte —o porque mi trasero era pesado— logre tirar del cierre y que este no se estropeara como veces anteriores.
—Jazz uno, maleta...no, mejor no contemos. —Me deje caer en la cama junto a la maleta y quedé mirando el techo lleno de frases que tanto me había costado elegir.
Mi habitación era mi refugio de una forma muy literal. Con los años había aprendido a bloquear las emociones ajenas cuando estaba entre esas cuatro paredes y me hacía sentir esa soledad que tan necesaria me era algunas veces.
Mi habitación era en el único lugar donde estaban mis pensamientos e ideales de vida sin interrupciones ajenas. Esas frases que cubrían la superficie fueron elegidas en momentos críticos de mi vida y me ayudaban a recordar quien soy y quien quiero ser.
Era una pena que ninguna lograra decirme de donde provenía la anormalidad que recorría mis venas.
Ese viaje no iba a ser fácil y no podía mentirme a mi misma. Saldría allí fuera totalmente sola y no tendría la protección de mis padres, mi hermano o mi hermana mayor. Era mi oportunidad para valerme por mi misma.
Mis ojos por instinto se dirigieron a una frase que muy bien conocía.
"Arriésgate. De todas formas ya estamos destinados a morir".
Encontraba toda la verdad en esas palabras y me proponía a buscar la siguiente frase que podría darme la fuerza para irme de una vez cuando sentí una presencia que conocía muy bien subiendo las escaleras.
Sonreí levemente y ni siquiera pensé en levantarme, él acostumbraba a abrir mi puerta como si fuera uno de sus tan normales allanamientos.
Como esperaba no demoro en hacer notar su presencia al abrir mi puerta de forma brusca provocando que esta chocara con la pared que había detrás.
—¿Cuantas veces debo repetirte que aunque lo intentaras jamas me tomarías infraganti? —pregunté burlona mirando al chico frente a mi.
Jaden no dejaba de sorprenderme con su gran parecido a nuestros padres. El había obtenido su gran metro noventa de papá mientras yo tenía el metro setenta de mamá. Ambos teníamos la piel sumamente blanca, ojos claros y cabello oscuro, todo perteneciente a mamá menos algunos rasgos distintivos de papá.
Todos pensarían que el se había ofendido porque ninguno de sus hijos se pareciera demasiado a el pero todo lo contrario, estaba feliz de saber que ambos tenían "la increíble belleza de su madre".
No veía que nuestra "belleza" fuera increíble cuando nuestros padres parecían sacados de una revista cara.
—¿Se te olvida que también puedo ocultar mis pensamientos y emociones? —preguntó con una sonrisa torcida mientras tomaba la maleta confiado de que no pesaba nada.
Se llevo una sorpresa cuando al bajarla el peso hizo que su mano soltara la maleta por instinto.
—¿Qué coño llevas ahí dentro, Jazzlyn? —Deje escapar una risa—. Sabes que aunque sea tu hermano debo reportarte si tienes un cadáver.
Mi ceja se arqueo mientras lo veía sentarse en el borde de mi cama.
—¿Me reportarías por un cadáver pero no reportas al resto de la familia por narcotrafico? Que irónico de tu parte.
Desde que había tenido la madurez suficiente como para saber guardar un secreto importante mis padres me habían revelado el misterio del negocio familiar por el cual se me negaba salir sin guardaespaldas o acercarme a alguien que no fuera aprobado por la familia.
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Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...