Narrado por Jazzlyn:
No necesitaba voltear para saber quien era el hombre que hablaba detrás de mi y el saberlo revolvió mi estómago de manera violenta. Había escuchado aquel sobrenombre en sus labios con anterioridad, había sentido confianza y le había permitido saber que había en mi mente. Había dejado que estuviera alrededor de personas valiosas para mi, incluso le había dado en un comienzo la aprobación para cuidar de quien es mi propósito, y nada de eso jamás le importó a la hora de traicionarme.
Me había olvidado de él, esperaba que estuviera muerto, o tal vez que se hubiera rendido, pero el que regresara era algo que debía tener previsto. Achilles no peleaba aquella batalla queriendo que el mal triunfara sobre nosotros, él peleaba por sus propias razones. En su corazón solo había odio, resentimiento, sed de venganza. Le habían dado una vida a medias quitándole la posibilidad de pertenecer a un solo mundo, él solo se tambaleaba en medio de dos dimensiones que conocía, pero a las cuales no podía pertenecer.
La peor parte de ser él no era su incapacidad de ser oscuro, sino el odio que lo invadía.
—No puedo decir que para mi sea grato verte, Achilles.
Sentí sus dedos rodeando mi brazo con fuerza antes de obligarme a voltear y cuando lo hice tuve el rostro que no había visto por meses a pocos centímetros de mi, solo que ya no parecía ser el mismo. Su cabello castaño oscuro que me había llamado la atención la primera vez que lo vi parecía graso, como si no lo hubiera lavado en el último tiempo. Tenía un mal aspecto, su rostro reflejaba cuanto peso había perdido, incluso cuando se había dejado la barba crecer de tal manera que jamás lo hubiera reconocido si no me hablaba desde un comienzo.
Nada de eso me inquietó, pero cuando conecté con sus ojos sentí el pánico atascado en mi garganta. Sus ojos grises estaban enrojecidos pero aún así no ocultaban la frialdad que reflejaban. Jamás me sentí capaz de reconocer el odio en los ojos de alguien, pero ese día lo reconocí en los suyos.
Achilles no tenía planes de dejarme escapar ese día, quería acabar conmigo.
—¿Sorprendida, soñadora? —Mis ojos bajaron a su ropa desarreglada y tuve que contenerme para no hacer ningún gesto desagradable. Llevaba puesto un esmoquin sucio, podía diferenciar algunas manchas tales como las de barro o sangre seca pero habían otras que eran ajenas a mi—. Esto me lo hicieron ustedes.
El hedor que su vestuario soltaba estaba revolviendo mi estómago vacío y temí comenzar a hacer arcadas de un momento a otro. Sabía que Achilles tenía dolor dentro de sí mismo, había sido capaz de verlo todas las veces que me había intentado herir con anterioridad, pero frente a mi había un hombre muy diferente. Había ira pura. Algo se había destrozado en él y estaba desesperado por repararlo, sólo que aún no descubría como.
Quise responderle con alguna ironía, podía sentir las palabras saltando en la punta de mi lengua, o al menos así lo fue hasta que vislumbré el arma que tenía en su mano. Achilles no tenía dones, estaba prácticamente al mismo nivel que yo, pero el que sostuviera un arma en su estado era demasiado peligroso. Podía ver su mano temblando sin detenerse, parecía incapaz de controlar sus propios movimientos.
Parecía enfermo, o tal vez bajo los efectos de alguna droga demasiado fuerte. Me pregunté si él tenía la misma resistencia que Agramon al alcohol, pero no quise arriesgarme a que eso desatara el poco autocontrol que le quedaba.
—Lo siento, Achilles.
—¡¿Lo sientes?! ¡¿Realmente lo sientes?! —Me zarandeó con fuerza hasta que su aliento fétido estaba golpeando mi rostro. Sentí el cañón de la pistola presionando la piel debajo de mis costillas, amenazando con perforar mi piel—. Era alguien importante por ti, Abdel me consideraba su mejor arma a tu alrededor pero jodiste mis planes. Me desechó en cuanto ese hijo de puta volvió a fingir que iría por ti, y ahora resulta que acabaron con el único hombre que me tomó en cuenta.
ESTÁS LEYENDO
Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...