Narra Jazzlyn :
—Aunque quiera no es mi deber decirte todo, Jazz —dijo Bastian como si hablar de esto otra vez simplemente superara su paciencia en grandes cantidades—. No te gustara enterarte de todo, no por mi.
La verdad es que no importaba quien me lo dijera, solo necesitaba que alguien tuviera el valor necesario para decirme las cosas sin pensar en si me haría daño o no.
—Tampoco me gusta que mi supuesto novio me oculte las cosas, ya tengo suficiente con el resto del mundo. —Volvi a lanzar el balón contra el muro de la casa y resople sin molestarme en que pensara que mi actitud era inmadura.
Para Bastian mi actitud siempre sería inmadura.
—No sólo veo que tu actitud es inmadura, tu misma lo demuestras —dijo con calma mientras se levantaba de las escaleras y caminaba hasta mi.
Bastian no sólo tenía una actitud muy intimidante que lo ayudaba a incomodar a las personas porque sin duda su altura tenía mucho que ver en esa cualidad, era algo así como un plus extra.
Cuando se paro frente a mi no me quedo otra opción que levantar mi cabeza para permitir que mirara mis ojos mientras leía todos mis pensamientos porque, de alguna forma, estaba acostumbrándome a lo que significaba ser rodeada por el.
—No intento ser intimidante contigo, Jazz —susurro mientras acariciaba mi mejilla de una forma tan delicada que pareció que temía hacerme daño con solo tocarme—. Soy así y no puedo cambiar, es algo que viene conmigo.
—Ser intimidante no viene contigo —replique—. Desearía que tu pudieras ver los momentos en los que te ríes como si fueras un niño porque en esos momentos no eres intimidante.
—Regresemos al tema inicial —dijo mientras se apartaba de mi cómo si le hiciera falta alejarse para poder pensar con claridad algo que me hacía sentir rechazada de cierta forma—. Debemos buscar otra forma de que te enteres de todo esto.
—Es más fácil que me lo digas tu. —Vi como resoplaba antes de voltear para irse como si yo no existiera—. Te estoy hablando, Bastian.
—Lo sé pero ya respondí varias veces la misma pregunta, cuando formules una distinta me avisas.
No me gustaba que me ocultara información sólo porque el lo deseara cuando no sólo me incluía a mi si no a muchas personas más que podrían salir dañadas solo porque un idiota quería hacerse el misterioso.
—¿Por qué no puedes decirme las cosas cuando yo estoy implicada en todo eso? Me da un derecho, Bastian.
Su figura se tenso mientras volteaba a verme con su rostro inexpresivo pero aunque no pudiera leerlo con claridad sentí gran parte de su preocupación golpeando contra mi, como si deseara demostrarme que también estaba inquieto con nuestra situación.
—Porque tu no eres la única implicada pero si la que mayor peligro corre y no permitiré que nada te suceda —respondió antes de sonreír pero aquella sonrisa jamás pareció llegar a sus ojos—. El pasado fue oculto por algún motivo, Jazz.
Volteo dispuesto a irse cuando me urgió preguntarle algo que estaba rondando por mi mente pero antes de irse me observó sobre su hombro y respondió:
—No soy tu supuesto novio, estoy yendo totalmente en serio.
(...)
Mire el jardín a mi alrededor mientras levantaba mi mano y dejaba que la punta de mis dedos rozara la destrozada madera que sostenía los columpios.
Aún recordaba perfectamente cuando los habían construidos y no por recuerdos propios, sino por recuerdos de Jaden.
Había dejado el futbol por un tiempo en cuanto Rosi fue secuestrada muchos años atrás, justo cuando mamá estaba embarazada de mi y esos columpios construidos por papá y los tíos habían sido su escape personal. Ser narcotraficante no era tan fácil como las personas creían y ser un narcotraficante que se había retirado solo para triunfar en el mundo de las leyes era aún peor.
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Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...