Capitulo veinte:

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Narrado por Jazzlyn:

—Así que ¿tienes oficialmente novio? —Un almohadón choco con mi rostro—. Eres una zorra, te vas dos semanas y vuelves con semejante adonis.

Ally podía ser muy energética y extremadamente dramática así que semejante golpe no me había tomado del todo desprevenida, hasta acostumbrada me tenía.

—Pues me gusta ser una zorra si en dos semanas consigo tener a semejante chico —respondí antes de sacarle la lengua mientras cerraba mis ojos—. Tu de envidiosa.

Valía tener actitudes inmaduras cuando de mi mejor amiga se trataba ¿no es así? A quien quiero engañar, las actitudes inmaduras siempre estaban presentes en mi vida y me sentía extrañamente orgullosa de eso.

—Hasta yo quiero ser zorra.

¿Quien no querría ser una zorra si tenías al lado a un chico como Bastian? Estaba tan acostumbrada a tenerlo sentado a mi lado que el tenerlo a tres habitaciones de distancia me tenía bastante inquieta y más inquieta estaba al saber que, una de las habitaciones que nos separaban, era la de mis padres.

Si, papá no dejaría su actitud protectora por nada del mundo.

—¿Y qué paso con Roger? —preguntó—. Lo vi saliendo de aquí justo cuando pasaba la seguridad de la puerta.

Por un momento me vi confundida porque no lo había sentido cerca pero descarte la idea con rapidez, yo había estado muy concentrada en que papá y Bastian no se mataran así que era entendible que me haya despistado por unos segundos.

—¿En serio? —La vi asentir mientras formaba un globo con su goma de mascar—. Pensé que se había ido en cuanto llegue, no sabía que estaba en los alrededores.

—Últimamente se esta comportando extraño y no me gusta —dijo sin reparos pero así era Ally, si no le gustaba algo tan solo lo soltaba—. Se lo he dicho pero dice que estoy paranoica.

—¿Por qué lo dices?

—Porque le gustas —respondió—. Y no deberías gustarle ahora que has conseguido a alguien que realmente te ha visto, el ha llegado muy tarde.

—El siempre me ha visto. —Sabía que no era a lo que Ally se refería pero tenía esa necesidad de defender a Roger aunque solo fuera por costumbre.

Ya no podía defender a alguien que ni debería importarme como más que un amigo y por muy sorprendente que sea de a poco me iba conformando con solo tenerlo como amigo.

—El te ha visto Jazz, pero jamás te miro realmente. —No pude replicar al saber que tenía razón—. Ahora, ¿por qué no vas con tu chico? No tienes porque quedarte conmigo aquí, he dormido en tu casa antes.

—Papá esta atento a cualquier ruido, mira esto. —Me acerque a mi escritorio y tome una pelota de tenis que hace mucho tiempo me gustaba lanzar contra la pared pero, al contrario de lo que usualmente hacía, me dirigí a la puerta y la abrí para luego lanzarla y que esta chocara con la pared del pasillo.

La puerta de mis padres pareció abrirse de inmediato y papá salió de una manera mucho más rápida de lo que creí posible.

—¿Ves? Ni siquiera cuando estoy en apuros se aparece tan rápido. —Papá miro en mi dirección y al ver que estaba en mi habitación soltó un suspiro—. Si papá, sigo aquí.

—Kyle, ya regresa a la cama o dormirás con el perro por controlador. —La voz de mamá se escuchaba muy somnolienta así que no dudaba que papá haya tirado algo antes de salir y la haya despertado algo que no era bueno en lo absoluto.

Mamá y yo nos parecíamos mucho con la importancia que le dábamos a descansar, al menos últimamente.

—Es bueno saberlo, cielo. Descansa. —Regreso a su habitación como si no fuera un padre protector que siendo las tres de la mañana seguía despierto esperando que su niña no cruce a la habitación del huésped masculino.

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