Capitulo tres:

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Narrado por Jazzlyn:

—Así que ¿a donde vamos?

Lo ignore completamente para ver como a lo lejos, sobre el horizonte, comenzaba a salir el sol de una manera increíble que jamás había visto antes.

El cielo oscuro comenzaba a perder intensidad para dejar lugar a un hermoso color claro iluminado por un sol que cada vez era mas visible.

Y no dejaba de ser hermoso.

—Llevo dos horas conduciendo, ¿lo has notado? —pregunte sin poder creerme que recién en ese momento se preocupara por nuestro destino.

—Jamás me cansaré de ver el amanecer. —Lo escuche susurrar—. ¿Cuantas veces lo habías visto antes?

Jamás le había tomado la importancia que todos le daban a un amanecer así que nunca había visto uno.

El amanecer implicaba el comienzo de otro día ¿por que eso debería parecerme hermoso? No lo entendía hasta que lo pude observar con mis propios ojos y me resulto increíble.

—Pocas veces antes —mentí con naturalidad, como si no me importara para nada.

—¿A donde vamos?

—Wisconsin —respondí antes de soltar un bostezo.

—¿Y de donde vienes?

—California, ¿tu? —Le di un sorbo a mi café antes de obligarme a mantener la vista sobre la carretera.

Lo cierto era que mis ojos deseaban cerrarse por al menos 6 horas.

—Montana —Paso una mano por su rostro antes de suspirar—. Déjame conducir, se te nota cansada y yo dormí unas cuantas horas antes de esto.

No le dejaría mi coche a un extraño, ni en sus mejores sueños. No confiaría en un hombre desconocido y mucho menos en uno que parecía tener un peculiar odio hacía la humanidad.

—Pararemos en el hotel mas cercano y dormiremos al menos 6 horas antes de continuar, no dejaré que conduzcas mi coche.

—¿Por que no? —preguntó de forma burlona.

—¿Me crees tan idiota como para dejarte conducir mientras duermo como un elefante? No. —Seguí conduciendo mientras lo veía tararear lo que identifique como una canción de The Weeknd y solo pude sonreír porque conocía la canción y me resultaba demasiado hermosa.

Bastian tenía ese misterio que lo rodeaba todo el tiempo y ciertamente me preguntaba cuanto podría descubrir en nuestros 4 días de carretera. Todas las maneras que pensé me daban en que no descifraría nada de él aunque lo intentara con todas mis fuerzas.

El chico no era misterioso solo por naturaleza, el chico frente a mi elegía ser misterioso. Esa actitud altanera, egocéntrica y de "me importa una mierda el mundo" no me iba a engañar.

Había conocido a un chico como el antes, a varios si lo pensaba con detenimiento.

Mi hermano había entrado en una época de rebeldía cuando tenía 18 años. Estaba enojado con el mundo por la familia que le había tocado y en su momento no lo entendía, tenemos unos padres que nos aman con locura, unos tíos que nos vuelven los mimados que tanto adoramos ser y unos abuelos que cocinan para nosotros cada vez que ponemos un pie dentro de su casa. Para mi, es la mejor familia que podríamos tener.

Jaden estaba viviendo mi misma realidad pero tenía un punto de vista muy diferente al mio, como si hubiera visto todo desde otro angulo. Mis padres estaban teniendo una crisis matrimonial y eso había llevado a que todos estuvieran en el limite, parecían una bomba con cuenta regresiva. En la casa no podía decirse nada cuando todos gritaban, reclamando cosas que perfectamente podrían hablarse con normalidad. Las cosas duraron así cerca de 1 año y en ese año entero no reconocía a mi propio hermano, mi mayor consejero no era ese chico rebelde que regresaba borracho a casa cuando quería, no era aquel que manipulaba a las chicas o le gritaba a mamá.

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