Narrado por Bastian:
El coche se sentía vacío de una manera que me comenzaba a incomodar, incluso cuando sabía el motivo. Desde que tenía memoria mis padres me habían dejado por mi cuenta, no estaba acostumbrado a la compañía y me gustaba ser así. Siempre me había considerado independiente, eso me otorgaba menos preocupaciones.
Eso había cambiado cuando me acostumbre a Jazzlyn y a toda la locura que parecía venir con ella de manera inevitable.
Encendí la radio queriendo rellenar un silencio abrumador, totalmente desconcertante. Generalmente en el asiento de acompañante tenía a una chica inquieta que, cuando no estaba enfadado u ofendida, hablaba más que mis antiguos profesores dando un discurso sobre diciplina. Se me hacía extraño no tenerla junto a mi, peleando un poco por alguna razón sin sentido.
Era estúpido como prefería tenerla discutiendo conmigo a simplemente no tenerla.
Estiré mi mano en dirección al móvil que tenía sobre la guantera con la intención de romper la incomunicación que teníamos hace días cuando este sonó por lo que me apresuré a atender sabiendo que no seria nadie más que Agramon.
—¿Le sucedió algo? —pregunté aún cuando una persona normal saludaría a su primo de una manera más relajada.
Algunas veces me olvidaba el gran parentesco que tenía con Agramon pero no era mi culpa, hace muy pocos años me habia enterado de aquello y tampoco era como si lo necesitara en mi vida. Era un gran apoyo y se había ganado mi confianza, al menos más que cualquier otra persona de mi raza pero no había forma de que aquello fuera más allá. No había ningún tipo de cariño.
—Relajarte un poco no te vendría mal, Abaddon —respondió en tono burlesco y aquello fue suficiente para saber que nada se había salido de control—. Ella esta en una pieza, entera. Ha pasado una semana algo complicada, Alexander esta tomandose muy en serio sus entrenamientos.
Sabía lo presionada que se sentía cuando aquello sucedía pero era buena actuando bajo presión y lo había demostrado antes. Alexander en ningún momento había hecho algo para perjudicarla, no podía olvidar aquello.
De todas maneras las ganas de correr hacía ella seguían presentes.
—¿No se ha aparecido ninguno de los nuestros por allí?
El que no hubieran hecho ningún movimiento era lo que me inquietaba. Sabían donde estaba y sabían como burlar la poca seguridad que tenían pero aún así no habían hecho ningún movimiento, era demasiado llamativo.
—No, y eso comienza a inquietarme porque si estan planeando algo lo estan haciendo demasiado bien. —Asentí aún cuando no podía verme y aceleré el coche lo más rápido que me fue posible. No había tiempo e ir lento tan solo me hacía perderlo—. Ella esta mejorando, Abaddon.
Lo sabía sin necesidad de que él me lo dijera. Pocas personas habrían avanzado tanto en pocas semanas y eso no solo demostraba lo rápido que podía aprender sino también la manera en la que sus dones estaban dominandola. Siempre reclamando hacer presencia.
—No la he subestimado, sé perfectamente lo capaz que es —dije, dejando ver que no era eso lo que lograba quitarme el sueño—. Ella es demasiado importante y el ser buena puede jugarle en contra. ¿Con quien esta ahora mismo?
Entre a la carretera que me llevaba directamente a la casa de Belial, uno de los pocos aliados que creía tener de mi lado aún cuando no comprendían porque arriesgaba tanto por una chica pura. No me importaba que lo comprendieran porque ninguno de ellos realmente conocía a Jazzlyn y podía conformarme con saber que no le harían daño.
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Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...