Narra Jazzlyn:
-¡Ya basta! -grite en cuanto volvimos a la que parecía ser la sala central de la fortaleza. El agarre de Bastian era fuerte y demasiado brusco para mi. Entendía que el quisiera sacarme de alli pero no por eso me dejaría agarrar de aquella forma-. No voy a permitir que tires de mi cómo si fuera cualquier otra cosa y no tu novia.
Su mirada era distinta, muy diferente al chico que me despertaba cada mañana. Llegar a ese pensamiento solo me recordaba que el era quien había desaparecido en la mitad de la noche y se negaba a contarme porqué.
El estaba distante, parecía ser otro hombre y no del que parecía comenzar a enamorarme.
-Eres mi novia y por eso tiro de ti. -El no pensaba con lógica, no podría hacerlo si decía aquello-. Necesito sacarte de todo esto y haré lo que deba hacer.
-Estoy cansada de ti ocultandome las cosas. -Di un paso al frente y deje que mi dedo hiciera presión en su pecho, remarcando mis palabras-. Estoy cansada que por protegerme me hagas más daño del que crees.
No quería tener una relación donde el manejaba información importante a su antojo como si yo fuera tan débil como para no soportar aquello que ocurriera. Debía saber las cosas en las cuales me veía implicada.
No toleraba el estar arriesgada a consecuencias de algo que no conocía en su totalidad.
-Jazz... -No pensaba en nada más que en todo lo que el me estaba ocultando y aquello me enfadada lo suficiente como para quererlo lejos de mi, al menos en ese momento.
Era mi supuesta pareja y yo no sabía que relación era exactamente la que tenia con Abdel Alim. No sabía a donde era que el se había escabullido la noche anterior y tampoco sabía con que finalidad me ocultaba esa información. Estaba agotada de que cada cosa que sucedía el decidiera si yo debía saberlo o no.
El no era el único que podía salir perjudicado de aquello.
-No, no intentes hacerte el víctima diciendo que es para protegerme porque, por si no lo has notado, la falta de información hará que me maten antes de tiempo. -Mis manos se apoyaron en su pecho y lo apartaron unos centímetros de mi-. Esto no se trata de protegerme, Abaddon. Esto se trata del miedo que tienes a que no te acepte tal cual eres.
El muro que lo rodeaba pareció aumentar su tamaño en cuanto escucho las palabras salir de mi boca. Su mandíbula se tenso y ambas manos se cerraron en fuertes puños. Estaba a la defensiva y aquello solo me demostraba que tenía razón.
¿Eso era todo realmente? ¿Ocultaba aquellas cosas que nos implicaban a ambos tan solo por miedo a que no lo aceptara?
Pase ambas manos por mi cabello mientras soltaba un suspiro. Con aquella actitud no iba a ganar nada. Quería que el hablara, no que se pusiera en mi contra solo para no soltar todo aquello.
Ya lo había aceptado por completo sin importar cuantas cosas horribles lo involucren y el que no viera aquello lograba estrujar un poco mi corazón.
También yo tenía miedo de que no me aceptara pero confiaba en el aunque parecía que no era algo mutuo.
-¿Todo esto ha sido por eso? -pregunte, mi voz más baja-. ¿Realmente crees que yo haría eso?
Aparto la mirada como si el verme le resultara intolerable y aquello solo provocó que un sabor ácido se instalara en mi boca.
Aquello no fue nada en cuanto se volteo y se fue, como si el dejarme allí no le importara más porque de alguna manera me encontraba segura.
Segura y una mierda, solo estaría segura con el.
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Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...