Capitulo doce:

18.5K 1.1K 61
                                    

Narrado por Jazzlyn:

Di varias vueltas en el sofá y solo pude protestar mientras hacía una mueca frente al agudo dolor que parecía recorrer mi espalda de arriba a abajo. Jamás volvería a irme del sofá en el que estaba y menos por alguien tan extraño como Bastian.

Bastian, ¿qué haría con ese chico? No parecía ver una solución, no  podía sacarlo de mi mente y me urgía ver si realmente se había ido pero no sabía que hora era y menos aún el día en el que estaba. 

Necesitaba levantarme y ver si, por esas casualidades de la vida, podía encontrar algunas respuestas.

—Hey. —Levanté la vista para ver a mi tío asomando su cabeza por la puerta—. ¿Puedo entrar?

—Claro. —Sonrió de esa forma que me recordaba tanto a mamá mientras entraba y cerraba la puerta detrás de sí—. ¿Cómo estas?

—¿Eso no debería preguntarlo yo? —Se sentó justo a mi lado e hizo una mueca con su nariz—. Este sofá apesta, ¿qué pensaste cuando viniste aquí? No se como no estas con contractura.

—No lo sé, seguramente no pensaba en demasiado. —Lo vi sonreír antes de sacar una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo—. ¿Qué es eso, tío?

—¿Siquiera recuerdas que día es hoy? —Debió notar como lo miraba sorprendida porque se rió mientras abría la caja y me mostraba una cadenita con un dije que tenía forma de atrapa-sueños—. Hace un año me dijiste que debía regalarte un collar así cuando cumplieras 19 años.

—Me olvide de mi propio cumpleaños. —Acepté la pequeña caja y no pude contenerme demasiado así que mis dedos recorrieron el dije y la pluma que este tenía al acabar. Una hermosa pluma negra—. Me encanta, cuando soñé con el dije no pensé que fuera a ser tan hermoso. Ni siquiera lo recordaba.

—Jamás me comentaste que había sido un sueño. —No demore demasiado en darle la pequeña caja antes de colocar la cadenita que provoco que el vacío en mi cuello dejara de existir—. ¿De qué trataba?

—Estaba con un chico y este collar era el que él me daba. —Vi la confusión en sus emociones—. No sé porqué él lo tenía pero si se que debía tenerlo antes de que llegara el momento y por eso te lo pedí a ti. Gracias por esto tío.

—¿No crees que el chico pueda ser Bastian? —Fue mi turno de mirarlo sin comprender mientras mis dedos dejaban de juguetear con la pluma—. Lo conocí hace un rato, estaba en uno de los balcones del sector B, creí que estaba perdido.

—¿Qué te dijo? —Quise saber.

—Qué si te buscaba estabas en una de las oficinas vacías. —Lo vi guardar la caja de terciopelo negro y mirarme mientras inconscientemente sus pensamientos se dividían entre nuestra conversación y las ansias de regresar a casa—. Me contó que ha dicho que están haciendo el recorrido en carretera desde hace una semana y tuvieron una pequeña discusión, no quiso decir nada más.

—Te ha dicho más de lo que creía viniendo de él. —Las palabras salieron más bruscas de lo que considere—. Lo siento, no quiero hablar demasiado de él.

—¿No piensas hablarle? —Negué con mi cabeza—. Vamos, eres más madura de lo que tu madre fue.

Solo pude sonreír. El tío Steve tenía esta loca costumbre de compararme con mamá casi todo el tiempo.

—Tal vez lo soy pero no puedo controlarme demasiado con él, es demasiado neutral respecto a todo y no puedo leerlo. —Lo miré directo a los ojos que me eran tan familiares—. ¿No te inquietaría estar frente a alguien que marca la diferencia con los demás?

OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora