Incierto: Capitulo veintiuno

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Narrado por Bastian:

Los pasos en el pasillo no pasaban desapercibidos, y no porque el lugar estuviera vacío y más silencioso que un cementerio, sino porque los tacones de Zaira eran inconfundibles. Era una mujer imponente, incluso entre la gente del cuartel general lo había sido. Todos reconocíamos cual era su trabajo e incluso su pasatiempo favorito pero su postura reclamaba atención y respeto, no conocía a alguien que no se dejara intimidar por aquella mujer.

En otro momento, incluso tal vez si las circunstancias en las cuales nos habíamos conocido hubieran sido diferentes, me hubiera dejado seducir por su personalidad manipuladora. Zaira era una mujer que ante los ojos del mundo era un premio inalcanzable. Era dueña de un cabaret, tenía una personalidad indomable y  la seducción parecía ir de su mano. No había hombre que no fantaseara con ella o que hiciera hasta lo inimaginable para tenerla en su cama pero ninguno de esos hombres había visto la faceta real que yo había tenido de frente. 

Zaira reclamaba un respeto que ni ella se tenía, dejaba demasiado que desear como mujer y como persona pero la manipulación parecía ser un don para ella, un arma que sabía utilizar a la perfección. Me pregunté cuanto veneno podía una mujer soltar por la boca.

En cuanto los pasos se detuvieron frente a la puerta supe que debía ocultar la repugnancia que podía provocar en mi si quería que Jazzlyn saliera de allí sin problemas por lo cual coloqué una sonrisa en mi rostro mientras me recostaba en el hormigón que se suponía cumplía la función de cama y coloqué una sonrisa falsa en mis labios.

La puerta blindada no demoró más que un par de segundos en abrirse y revelar el cuerpo prácticamente desnudo de Zaira. Ella podía tener el descaro de recorrer un lugar lleno de hombres con poca ropa y mostrar la postura más confiada del universo, no había nada que pareciera inquietarla, nada que no hubiera vivido ya.

Su sonrisa pareció más sincera, más cargada de veneno y egocentrismo del que podía recordar.

—Vaya, puedo ver que estas más cómodo que la última vez. —Apoyó su hombro en la puerta abierta y de una forma desapercibida hizo que sus ojos cayeran sobre los hombres que cuidaban su espalda. Tenía miedo, tenía demasiado miedo de lo que pudiera hacerle. 

Ella sabía que yo había recuperado la fuerza suficiente como para hacerla sentir indefensa, y aquello, la aterraba.

—Estaría más cómodo si pudiera tener compañía —respondí pero no vi que se moviera en lo absoluto—. Comprendo, el pasado es pasado.

—¿Crees que estarías aquí si el pasado fuera solo pasado? —preguntó, su voz era baja pero no por eso era imperceptible el rencor en su voz—. El pasado no siempre se queda donde debe, si no lo crees dime porque diablos tenías planeado venir aquí.

Me incorporé lentamente y la vi dar un paso atrás. No había hecho un movimiento amenazante e incluso me había controlado para realizar movimientos más lentos y cautelosos pero ella estaba lo suficientemente atemorizada como para que sus intentos de ocultarlo fueran inútiles. Sabía que se había metido con el hombre equivocado, sabía que no debería haber ido detrás de mi chica y su precaución había llegado demasiado tarde.

—Lamentablemente Zaira, no venía para visitarte a ti. —Su mirada cambió, la había ofendido—. Si quisiera divertirme un rato, no seria en este estúpido lugar. ¿No crees que pasé aquí lo suficiente? Creí que me conocías más que esto.

—Creí conocerte —interrumpió con rapidez—. Pero el que salgas con una estúpida niña que no tiene nada que ofrecerte me hace notar que jamás llegué a conocerte.

Me preguntaba que creía que tenía ella para ofrecer porque lo único que sabía ofrecer era sexo y aunque eso era bueno, prefería lo que tenía con Jazzlyn todo el tiempo, sobre cualquier otra cosa. La mujer que ella llamaba "niña" me había enseñado que hay cosas que pueden hacer que el sexo sea mucho más que sexo. Me había enseñado que un beso es más que un simple contacto, que una mirada compartida puede detener el tiempo y que no se necesita nada más que tenerla en mis brazos para conocer la seguridad. 

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