Narrado por Jazzlyn:
Sabía que si lo que me proponía era seguir a Bastian no podía por nada del mundo ir directamente detrás de él porque aunque no tuviera sus sentidos más ampliados que cualquier otra persona sabía que había entrenado toda su vida para ser un soldado y claramente, no cualquier soldado.
El entreno cada día para ser el mejor y yo sabía que lo era.
Salí de la habitación con ese único pensamiento y no necesite decirle a los guardias que habia a cada lado de mi puerta que guardaran silencio porque ellos querrían tenerme lejos y cualquier distancia les serviría.
No me sorprendía para nada si mi muerte los aliviaba.
Los deje atrás mientras me preguntaba que estaba haciendo y si era adecuado continuar. La curiosidad me había llevado muy lejos en el último tiempo aunque si lo pensaba, la curiosidad siempre había sido mi mayor defecto y me había puesto en situaciones complicadas casi siempre.
Podía morir de cualquier cosa, pero no de curiosidad.
Pase frente a la habitación que Bastian estaba utilizando desde nuestra ruptura y sentí que ya había salido. Quería apresurarme, correr fuera y sentirme como si estuviera en la misión más importante de mi vida pero dudaba que quedara satisfecha con eso.
Sabía que el saldría fuera de los límites y también era consciente que si los cálculos no me fallaban tendría a un montón de Mortiferis esperando que colocara un solo pie fuera de la fortaleza para hacer conmigo lo que quisieran. ¿Tan importante era aquello para mi? ¿Estaba dispuesta a que la curiosidad me matara cuando muchas personas antes habían fallado? Era una estupidez pero sentía que si la curiosidad me había llevado allí, la curiosidad sería quien marcara mi final.
¿Desde cuando me había vuelto tan jodidamente drámatica? ¡Por todos los cielos! ¡Me había intentado matar un terrorista, uno grupo de oscuros y sospechaba que hasta mi ex novio había aparecido en mi vida con la idea de matarme y no lo habían logrado! ¿Realmente creía que yo misma iría directamente a mi muerte segura?
Vale, viniendo de mi tampoco podía sorprenderme si eso pasaba.
Salí al jardín principal y comencé a mirar a mi alrededor cuando vi que el estaba caminando hacía la salida sur del lugar y eso significaba que iba a caminar dos kilometros para salir de allí en línea recta. No podía llegar antes que él pero podía ir por otro sitio, correr como si un oscuro estuviera por morderme el trasero y esperarlo oculta fuera de la salida.
Comencé a hacer calculos mientras corría lo que jamás había corrido en una clase de gimnasia cuando estaba en la preparatoria. Había tenido un montón de citas en detención por ese motivo pero papá había llegado a un momento donde estaba tan acostumbrado que cada viernes me esperaba fuera para firmar la nota y ahorrarme un discurso de mamá.
Eso sucedió hasta mi penultimo año cuando llamaron directamente a mamá y ella me hizo salir a correr cada mañana con ella hasta tal punto que eran ocho kilometros diarios. Luego mis compañeros se preguntaban porque ella estaba "de puta madre".
Siempre me había preguntado como verían a mi madre los chicos de mi preparatoria si realmente la vieran como la gran mujer Stevenson que había llegado a ser. Es decir, cuando ellos iban a casa ella era esta gran madre que hornea galletas y te lleva malteadas de chocolate pero en los entrenamientos no parecía ser esa mujer, al menos no cuando tenía un arma en la mano.
Me preguntaba porque no había sacado esa cualidad multifacética que podía tener mamá y si una curiosidad que me marcaba un lugar peligroso con un cartel de neón como esos que usan en los bares cuando hay barra libre para las chicas y solo lo hacen porque quieren verte el escote mientras te acercas al barman para gritarle que trago quieres.
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Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...