Narrado por Jazzlyn:
En todo lo que llevaba yendo de un sitio a otro por ese viaje jamás había siquiera considerado cuanto tiempo de vida me quedaba y era algo que desde el primer día me tendría que haber considerado.
Lo cierto es que me intentaban matar al menos una vez a la semana y, considerando que mi suerte es pésima, no creía vivir demasiado tiempo si las cosas seguían así.
¿Realmente eso debía pasarme? Si, es cierto. Muchas veces me comportaba como una idiota pero no era como para merecer morir de una forma tan abrupta. No había herido, torturado o asesinado a nadie en mi vida, al menos que yo recuerde y morir simplemente porque un lunático de ojos oscuros decide robarme el coche o algo así me parecía demasiado absurdo. Al menos para una elegida de Dios.
¿Ese era mi destino? ¿Ser una elegida asesinada por un arma con silenciador? Vaya destino que me habían escrito.
—Mira, si quieres el coche podemos llegar a un acuerdo. No tengo problemas en bajarme pero lo haré extremadamente lento ¿vale? estoy con unos dolores que me matan —dije aunque era irónico usar una metáfora así en ese momento. Los dolores sería lo último en matarme porque claramente negociar no iba en los planes de ese sujeto.
Por el amor de Dios, ¿como podía negociar cuando una pistola apuntaba directo a mi cabeza?
—No quiero tu coche, somniatore. —En cuanto su voz grave y sumamente rasposa me dijo soñadora solo pude notar que sus colores eran los más profundos que había visto. El negro parecía infinito, absorbente y totalmente puro en su más grande esencia.
Estaba en problemas pero ¿por qué eso no me sorprendía en lo absoluto?
—Mira, no se cual sea tu problema pero...
—¿Agramon? —Vi como el sujeto volteaba con una rapidez que parecía sobre humana y dejaba caer sus increíbles ojos negros sobre Bastian—. ¿Agramon, que haces apuntándole con un arma a mi novia?
Necesite solo darles un vistazo a los dos hombres frente a mi para saber que se conocían y no era de forma casual. Ellos estaban familiarizados como jamás creí posible.
Ellos tenían una historia que los incluía porque con solo verlos podía comprender que se habían criado juntos.
—¿Abaddon? ¿Qué haces con la elegida? —Quise soltar un suspiro en cuanto quien parecía ser Agramon bajo la pistola pero un dolor intenso volvió a golpear mi abdomen bajo por lo que mi única reacción fue descansar mi cabeza sobre el volante del coche.
—Es una larga historia pero yo que tu lo pensaría la próxima vez que apuntes a mi chica con una pistola. —Escuche unos pasos hasta que una cálida mano descanso en mi espalda—. Jazz, ¿qué sucede?
—Necesito la pastilla, no me siento bien.
—Agramon, trae al chico que esta saliendo de la farmacia. —Levanté mi vista estando dispuesta a preguntar a que se refería cuando un impacto en el coche me hizo enderezarme preocupada por lo que sucedía—. Agramon, no seas así. Dije traer, no arrastrar.
¿Ese impacto había sido mi mejor amigo golpeando el coche? Joder.
—Bastian, necesito a Roger en una sola pieza —dije para ver como asentía no demasiado emocionado—. Por favor.
—Eso no ha sido mi culpa. —No me importaba de quien era la culpa. Me importaba que alguien me diera la condenada pastilla—. Roger, dame la bolsa.
—Toma —respondió mi amigo con una voz tan ahogada que me preguntaba si alguno de sus pulmones no se había perdido en el camino.
—¿Cuales eran? —¿Por que diablos habían comprado una bolsa llena cuando solo necesitaba dos cosas?—. La idiota de allí dentro nos pregunto varias cosas para saber cuales vendernos, ¿estas embarazada? No supimos responder esa.
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Oculto
FantasyTan curiosa e ingenua que el irse de casa para buscar sus origenes suena increíblemente sencillo. Inmersa en un viaje repleto de vueltas que parecen no acabar jamás, chicos que conoce en la carretera, padres preocupados, cualidades encontradas y pes...