Capitulo veintinueve:

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Narrado por Jazzlyn:

Por una extraña razón cada vez que despertaba me encontraba a Bastian y a Roger en situaciones comprometedoras. Tanto por alguna charla extraña o porque, aunque suene extraño toda la vida, se encontraban durmiendo abrazados.

Definitivamente jamás superaré eso.

Abrí mis ojos para ver que en una esquina de la habitación, justo al lado de la puerta, estaba Bastian sosteniendo a Roger por el cuello mientras su rostro se encontraba de forma amenazante a pocos centímetros del de mi amigo.

Había algo en la forma que lo miraba que me dejaba en claro que algo había pasado en cuanto había perdido el conocimiento y que, lo más conveniente, era que Roger hubiera cerrado su boca.

Me preguntaba si algún día esos dos iban a poder hablar de una forma normal aunque era algo que dudaba demasiado. Bastian podía hablar normal con pocas personas porque realmente sucedían dos cosas: las personas lo evitaban o se comportaba de una forma tan idiota que esfumaba la paciencia de las personas.

Seria bueno si alguien me dijera cuan grande era mi estupidez para gustar de un hombre así.

—Bastian. —Vi su cuerpo tensarse mientras con mucho cuidado me colocaba de pie ignorando el dolor de  mis músculos—. Bastian, suéltalo.

Lo cierto es que Roger estaba comenzando a perder el aire y Bastian no parecía disminuir la fuerza con la que lo sostenía así que no necesite usar ninguna de mis capacidades para saber que el realmente estaba más enfadado de lo que creía.

—Jamás vuelvas a decir semejante cosa —dijo entre dientes de una forma tan baja y amenazante que considere el irme y que Roger me viera en la otra vida—. Te mataré ahora mismo, no es necesario que te lo preguntes.

No quise continuar intentando mantener la calma porque sabía que Roger no soportaría demasiado tiempo así por lo que me apresuré y me coloque al lado de Bastian mientras apoyaba mi mano sobre su brazo.

—Debes soltarlo, Bastian. —Lo cierto era que no planeaba hacerlo y unas palabras pelearon para salir de mi boca—. Abbadon, suéltalo.

De forma instantánea el rostro de Bastian se dirigió a mi y la mano que rodeaba el cuello de Roger cayó a su costado.

—¿Qué sucede? —No me importo que Roger nos estuviera viendo. Tome el rostro de Bastian entre mis manos y volví a preguntar—. ¿Qué está sucediendo, Bastian?

Sentí carraspear a Roger pero simplemente no podía despegar mis ojos de Bastian el cual parecía preocupado por algo que yo no lograba ver. Algo que era importante.

—Me iré. —Asentí, dejando en claro que lo había escuchado—. Hablaré contigo después.

Quería que se fuera. Quería que me dejara mi espacio para entender que era lo que sucedía con Bastian para que actuara de esa forma porque me preocupaba. Siempre me va a preocupar lo que suceda con el y por ende lo que cruce por su mente.

—Ya vete, Roger. —Solté el rostro de Bastian justo cuando sentía la puerta cerrarse—. No soy capaz de leer tu mente así que debes decirme que sucede o no lo sabré por mi misma. Por favor, Bastian.

—No vuelvas a llamarme Abaddon. Jamás.

Me inquietaba que usara ese tono de voz tan neutral conmigo pero sabía que algo estaba sucediendo detrás de esa fachada dura que estaba peleando por mantener. Era Bastian. Mi Bastian. 

Y Bastian jamás haría algo que me hiciera daño.

—Dime que esta sucediendo. Dime que fue lo que te dijo Roger. —Suspiro y vi como desviaba la mirada dispuesto a irse por lo que me apresure a colocar una mano sobre su torso aunque eso no lo detuviera en lo más mínimo—. No, estamos hablando.

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