Inazuma Eleven: Recuerdos....

105. ¿Sabes quien es ella?

Narra Kazemaru.

Estábamos empate.

Al parecer Sakuma, Kidou y Akio se las han arreglado para hacer las pases con Kagellama y en ese mismo momento me sacaron del partido a descansar de todas maneras siempre entró a todos los partidos.

Me senté y alguien me empezó a hacer masaje detrás mío, di la vuelta y era Karla.

- ¡Karla! ¿Que haces aquí?. - Pregunte con seriedad.

- Soy prima de un jugador de Italia y conocida de el entrenador. - Sacó su lengua con una sonrisa.

- Ya veo.....¿Conoces a Kagellama?. - Karla se sentó a mi lado.

- Es un amigo de mi abuelo y yo he tenido que hacerle algunos trabajos internos de magia negra antes, aún que sea disculpado y lo quería ver por última vez libre. - Miró a Kagellama desde lejos.

- ¿A que te refieres?. - Pregunte con intriga.

- Ya lo sabrás....¿Donde esta tu Amiga?.

- Por milésima vez, Novia.

- Novia, Amiga, Hermana, Mascota, Prima, en fin, lo que seá. - Atareada contestó.

- ¡Esta bien! Se más blanda, ella esta grave en el hospital, ella tiene una enfermedad. - Me empese a entristecer.

Narra Karla.

Joder, la he liado.....

- ¡Oh! Lo....Siento.... No sabía que ella... - Me pare horrorizada. - ¿Que paso?.

- No se muy bien, sólo recuerdo que Hanabira, una de nuestras gerentes estaba empapada de sangre y de lágrimas. Se desmayó.

- Encerio, lo siento. - Mire de vuelta a Kagellama y me señalaba. - Muy bien, ya es hora, ¡Hasta luego!.

Me fui donde los Italianos, pensando que había metido la pata.

- Ya has llegado, Karla, Dime, ¿Que hacías con ellos?. - Preguntó el Entrenador.

- Sólo hablaba de una desgracia....

- ¿La de la chiquilla? ¿Tsukaze Oisaka?. - Puso su mano en su mentón.

- Si. - Me senté.

- Pero que desgracia la de ella, descuida siempre le a pasado eso. - Explicó el hombre.

- ¿Si? Es tanto, ¿Y como la conoces?. - Me arregle mi calceta.

- Fue una víctima mía, su padre me había fallado en algunos encargos....y pues creó que a volvió por la revancha aunque la verdad se a vuelto muy amigo mío y he querido hasta costearle sus medicamentos pero alguien ya se me adelanto, ese pilluelo. - Sonrío.

- ¿Quien? ¿Kazemaru?. - Pregunte pícara.

- ¿De que me estas hablando? Lo hace Sakuma, ese pilluelo. - Paso a una carita Pervertidamente. (7w7 Okno)

- Ajá, pero pobre chica, esta en el hospital, ¡Gracias a Hanabira que la salvo!.

- ¿Hanabira? ¿Que "Hanabira"?. - Preguntó exaltado.

- Pues, no me han dicho el apellido. - Respondí.

- ¡Si es "esa" Hanabira tanto Sakuma y Oisaka están en peligro!. - Me miró enojado.

- Se-Señor, ¿Que tal si voy a preguntar?. - Dije asustada.

- Está bien, rápido.

Me pare del asiento, puse mi mano a la medida de los hombres e hice un chasquido, me teletrasporte con un humo mágico negro y aparecí al frente de el banco Japonés.