;porno;

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-Cristian, ¿puedes poner la mesa?

No contestó, simplemente se dirigió a la cocina, donde estaban sus padres y los de Sean preparando la cena. La pareja se había ofrecido a hacer una gran cena a modo de agradecimiento por haberlos dejado quedarse en la casa, pero Laura era demasiado cabezona y por eso los cuatro se encontraban en la cocina ayudando.

Cogió un par de platos y al salir de la cocina para ir al comedor, se chocó y gracias a sus reflejos y a los de Sean, no se cayó ninguno de los platos.

-Joder, Sean-no pudo evitar hablar en español.

El rubio le sonrió y le ayudó a llevar los platos.

-Me gusta cuando hablas en español.

El castaño rodó los ojos.-Gilipollas-.susurró para sí mismo mientras que colocaba los platos sobre la mesa.

Sean se giró para mirarlo curioso.

-¿Has dicho algo?

-¿Qué? No.-se hizo el desentendido.

Y dicho esto, se fue a la cocina para seguir ayudando, y tal vez para huir de la mirada de Sean, que lo ponía nervioso. El chico de ojos azules se apoyó de espaldas en la mesa y se cruzó de brazos mientras que veía a Cristian alejarse. ¿Por qué le gustaba tanto? Se sentía jodido con todo ese asunto, porque de verdad le gustaba Cristian y él no quería que le gustara realmente. Él solo quería liarse con él, tocarle el culo (porque su culo lo traía loco) y si encartaba tal vez una mamada, pero nada más. Y ya de paso hacerle ver a Cristian que era genial estar con un chico. Sean tenía un "gaydar" y el "gaydar" nunca se equivocaba, y si Sean decía que Cristian tenía toda la pinta de estar con un chico, Cristian podía estar con un chico. Sean no era un chico de estar en relaciones serias, a él le gustaba ir de flor en flor y ya. Sobre todo porque no quería atarse a nadie, a menos que mereciera realmente la pena.

*

*

*

-Sean, ¿Cristian te ha enseñado toda la casa?-preguntó Laura antes de llevarse el tenedor a la boca.

El rubio se limitó a asentir, ya que tenía la boca llena.

-Me gusta mucho.-dijo por fin cuando tragó.

Y tras decir eso, miró fijamente a Cristian, que estaba comiendo justo enfrente suya, y le sonrió ampliamente.

¿En serio nadie se da cuenta de que está ligando conmigo? MAMÁ SÁLVAME.

Pero solo él se había dado cuenta, ya que los adultos habían empezado una conversación sobre ellos y Mark estaba demasiado entretenido haciendo montañas con los guisantes. Miró con los ojos verdes entrecerrados al chico rubio, mientras que este solo sonreía socarronamente.

Cristian terminó de comer rápidamente y llevó los platos y los cubiertos a la cocina. Él no se dejaba intimidar por nadie, pero Sean era demasiado cantoso para su gusto, y se sentía incómodo, así que solo quería irse a su cuarto y ver alguna serie en su portátil. Llegó a su habitación y encendió el aparato, para mientras ponerse el pijama. Cuando estuvo encendido, miró la hora en él y resopló. Su estómago aún no se acostumbraba a cenar a las ocho de la tarde, y eso que llevaba año y medio viviendo en Londres, pues nada.

Se metió en una página donde veía series, pero lo único que hacía era meterse en paginas de apuestas o cosas por el estilo.

-¿Por qué mierda no cargas, maldito ordenador de los cojones?

-No me he enterado de nada de lo que has dicho, pero eres sexy cuando hablas entre dientes.

Cristian pegó un pequeño respingo en la cama cuando vio a Sean apoyado en el marco de la puerta. Este ya tenía el pijama puesto y su habitual sonrisa adornada su cara.

-Vete, Sean.

-Qué simpático eres, bonito.

Cristian puso los ojos en blanco y contó hasta diez para tranquilizarse.

-No me llames bonito, por el amor de Dios.

Sean avanzó hacia él rodó los ojos.

-No te puedo llamar bonito, no te puedo llamar Cris, ¿acaso te puedo llamar si quiera?-bufó.

-No.

Sean se sentó a su lado en la cama y miró de reojo lo que había en la pantalla del portátil, pero al ver lo que era, sus ojos se fijaron mejor y una pequeña risa escapó de sus labios.

 -¿Quieres masturbarte? ¿Por eso tanta prisa en irte del comedor?

Cristian abrió los ojos como platos al ver que se había metido sin querer en una página porno.

-Joder no. Eso me pasa a veces cuando quiero ver las putas series... -Sean rio y Cristian cerró la página-. ¿Por qué te estoy dando explicaciones de todas formas? Vete.

Y dicho esto, dejó el portátil a un lado y se levantó de la cama, para luego hacer que el rubio se levantara también. Lo empujó por la espalda hasta la puerta y lo dejó solo en el pasillo. Se apoyó en esta y suspiró cansado, viendo el portátil aún encendido encima de su cama, con la página de las series abierta. Se pasó una mano por el pelo y se colocó bien las gafas. Se le habían quitado las ganas de ver ninguna serie, de todas formas.

Iba a volver a la cama, cuando un pequeño papel pasó por la rendija de la puerta, chocando un poco con sus pies. Frunció el ceño y la cogió.

Si algún día quieres ver porno, lo podemos ver juntos, no soy tímido ;)

-Imbécil.-murmuró, poniendo los ojos en blanco.

Y dicho esto, guardó el papel en uno de los cajones de su escritorio, mientras que maldecía al chico rubio que dormiría justo enfrente suya aquella noche, y otras muchas.

wattpad me odia, jaja


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