claire dándole un ataque fangirl en multimedia lmao
Cogió el cepillo rosa como si fuera un micrófono y se puso delante del espejo de su cuarto. Tenía el pelo pelirrojo recogido en una coleta alta y cada vez que hacía algún movimiento se balanceaba de un lado a otro, mientras que cantaba una canción de Taylor Swift que sonaba en su habitación a todo volumen. Blank space había comenzado a sonar y Claire volvió a usar su cepillo para el pelo como micrófono.
Oh my God, look at that face.
You look like my next mistake.
Love's a game, wanna play?
Beer veía a la chica desde su cama. Había pasado con ella aquellas dos semanas de vacaciones y ya se había acostumbrado a sus bailes malos y a su voz aguda.
Claire dio una vuelta con la punta de los pies y se sintió como una bailarina profesional, aunque de profesional nada. Vio en el reflejo del espejo de cuerpo entero que la puerta de la habitación se abría un poco y su madre se asomaba. Su hija fue a apagar la radio y miró a su madre.
-¿Qué pasa?-preguntó poniéndose un mechón de pelo que se había salido de la coleta detrás de la oreja.
-Mira quién ha venido.-le dijo con una sonrisa.
Su madre abrió la puerta por completo y Cristian le enseñó una gran sonrisa. Tenía el pelo húmedo por la lluvia de la calle y llevaba su chaqueta vaquera. Claire pegó un pequeño gritito de alegría y fue corriendo a abrazarlo. El castaño no se lo esperaba, pero tras un par de segundos, le devolvió el abrazo. Claire se dio cuenta que olía a tabaco, pero no pensó mucho en eso. Quizá había estado con alguien que estaba fumando.
-Bueno chicos, yo me voy para abajo.
Y dicho esto, cerró la puerta y los adolescentes se separaron. Ahí fue cuando Cristian se dio cuenta que Beer estaba a sus pies, ronroneando, feliz de volver a ver a su dueño.
Cristian sonrió y cogió al gato en brazos.
-Ay mi pequeño bebé.-cogió a Beer como si fuera un recién nacido, aunque no se dejaba hacer.
Claire sonrió y se sentó en la cama, mirando a su amigo y a su gato. Lo había echado bastante de menos, ya que apenas habían hablado durante las vacaciones. No sabía el motivo, pero Cristian tuvo la mayoría de los días el móvil apagado, y como que dificultaba un poco eso de comunicarse.
Le pegó un manotazo en uno de los brazos y Cristian la miró mal.
-¡Eres un capullo! ¿Te querías olvidar de tu vida en Londres mientras estabas allí?
El chico dejó a Beer sobre la cama y se pasó una mano por el pelo, mientras que se mordía una uña nervioso. Era cierto que había pasado un poco de sus amigos de Londres, y que solo había tenido el móvil conectado el día de su cumpleaños y alguno que otro más, pero todo tenía una razón: Sean. Después de todos aquellos besos, no estaba seguro de lo que sentía, así que apagó el móvil, ya que cada vez que veía algo relacionado con Sean, su estómago se apretujaba, quería volver a Londres y se sentía estúpido. Muy estúpido. Tan estúpido... Había noches en las que las había pasado sin dormir, y un amigo suyo de allí, le dijo que a él le ayudaba fumar cuando algo le preocupaba. Y no solo se había fumado un cigarrillo estando en España. Las noches que no había dormido rondaban las diez. Al final se dio cuenta que lo que le preocupaba era que Sean solo hubiera querido un par de besos y ya.
Pero luego terminó pensando que seguramente se había comido algo en mal estado, por eso el dolor de estómago, quería volver a Londres porque Londres era genial y se sentía estúpido porque era estúpido.
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No
Teen FictionDonde Cristian le contesta "no" a todo lo que le dice Sean. Donde Sean no se da por vencido aunque todo lo que le responde Cristian es "no". Cristian es de ese tipo de chicos que cuanta menos gente le hable, mejor. Sean le hablaba a todo el mundo...