;los gemelos dark;

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Metió ambas manos en los bolsillos de la sudadera y miró fijamente al suelo, procurando que la capucha no se le bajara. No se molestó en mirar a Sean, sabía que estaba haciendo lo mismo. Lo sabía porque los gemelos Dark tenían unas normas sobre las personas que se juntaban con ellos para fumar. Si ibas, tenías que procurar que no te vieran la cara, y ser muy cuidadoso de que no te vieran entrar en el bloque de pisos de los Dark. La segunda norma era que no le podías contar nada a nadie.

Llegaron al bloque de los Dark y como siempre, la puerta estaba abierta. Cogieron el ascensor, que los llevaría hasta la última planta, a partir de ahí, tenían que subir escaleras para llegar hasta la azotea, donde había un pequeño tejadillo y era allí donde fumaban, resguardados de la lluvia, que aunque no había llovido mucho aquella mañana, había llovido otros días en los que estaban allí y había venido bien el tejadillo.

Se quitaron las capuchas en el ascensor, y cuando llegaron a la azotea, allí ya estaban los gemelos, Elliot, Logan y Alec. Se sentaron junto a ellos y a Sean, como siempre, el piercing que tenía en la nariz Ian, le recordó a un toro.

-¿Os ha visto alguien?-preguntó Ethan sacando una caja de su espalda.

Sean y Cristian negaron inmediatamente, y eso hizo que Ethan sonriera mientras abría la caja. Sus dedos eran pálidos, largos y sus uñas estaban pintadas de negro, al igual que Ian. En realidad, en lo único en lo que se diferenciaban los hermanos era en que uno tenía un piercing en la nariz y el otro tenía una dilatación en una de las orejas.

Elliot se sentó un poco más cerca de Cristian y miró de reojo a Sean, que estaba al otro lado de su amigo. Rodó los ojos y observó como Ethan sacaba papel para liar. No tenían pensado esperar a los que faltaban, si no ibas a la hora prevista te quedabas sin nada y punto.

-Hoy es marihuana. Logan, dame tu mechero.-extendió el gemelo su gran mano.

El rubio metió la mano en su sudadera negra dispuesto a entregarle lo que había pedido. Cristian observó a los chicos a su alrededor. Todos iban de negro y los gemelos tenían la capucha de la sudadera puesta. Parecía una secta. Le hizo gracia el pensamiento y no pudo evitar reírse, y eso hizo que llamara la atención del resto de chicos que estaban con él, aunque ninguno dijo nada.

El móvil de Cristian vibró en su bolsillo y el mensaje que recibió hizo que casi pegara un grito.

Thomas inútil: LA POLÍCIA. LA HE VISTO IR PARA EL BLOQUE DE LOS DARK. SALID. ESTÁN A UN PAR DE MANZANAS. LOS OÍ HABLAR

Thomas inútil: SADLID

Thomas inútil: SALIDK

Cristian explicó rápidamente lo que le había dicho Thomas y en menos de dos minutos, ya estaban todos saliendo de la azotea, con las capuchas en la cabeza, dejando a los gemelos Dark recogiendo sus cosas a toda prisa, sin hablar entre ellos, simplemente recogiendo.

Todos decidieron que bajar por las escaleras iba a ser más rápido que coger el ascensor, el cual a veces daba algunos problemas, y cuando por fin estuvieron en la calle, las sirenas de los coches de policía se escuchaban demasiado cerca.

-Me cago en la puta.

Nadie le hizo caso a lo que dijo Elliot, que cogió del brazo a Cristian y se lo llevó corriendo de allí. Sean los siguió y vio de reojo que Logan se iba en dirección contraria y que Alec se metía en una librería que había en unos metros del bloque, disimulando todo lo que pudo. Siguió corriendo sin volver a mirar atrás, procurando que la capucha no se le cayera de la cabeza, escuchando los coches de policía aparcar justo en frente del bloque de los gemelos Dark.

Los tres chicos llegaron exhaustos y jadeantes al barrio de Cristian, donde se sentaron en un banco que estaba cerca de su casa. Elliot apoyó los codos en las rodillas, respirando con dificultad, se le había caído la capucha al correr y tenías las mejillas sonrojadas, al igual que los otros dos chicos.

NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora