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Estirazó el cuello y paseó los ojos por al abarrotado comedor, en busca de una cabellera rubia. Hubiera ido directamente a la mesa donde se sentaba Sean y sus amigos, pero la mesa estaba vacía. Así que resoplando, cogió su bandeja llena de comida que seguramente no le iba a gustar y se fue hacia su mesa, donde estaba Thomas hablando con Claire. Necesitaba saber qué había pasado la noche anterior después de haberse quedado dormido en la casa de Pet. Y cómo había acabado un gato en su cama. Se lo podría haber preguntado antes, pero las dos clases que se había perdido eran donde se sentaba con Sean, y la siguiente había sido arte con Thomas, donde tuvo una especie de interrogatorio no muy bonito.

Sin mucho ánimo, se sentó frente a Thomas y Claire, que reían de algo. La pelirroja, al verlo, puso cara de horror, abriendo sus grandes ojos azules.

-Tienes una cara horrible.

Cristian rodó los ojos y se puso bien las gafas sobre la nariz.

-Gracias Claire, no me había dado cuenta.

-De nada.-se encogió de hombros con una sonrisa.

Elliot apareció con su bandeja y se sentó al lado de Cristian, como siempre, y fijó sus ojos en la mano de su amigo.

-¿Te duele?

El castaño negó, pero era mentira.

Claire, al ver la herida, soltó su tenedor y le cogió la mano con cuidado a Cristian, observando la herida.

-Oye, creo que deberías vendártela o algo. Se te puede infectar. ¿Cómo te lo has hecho?

Cristian abrió la boca para contestar, pero vio a Sean y a sus amigos aparecer en el comedor. Todos parecían muy sorprendidos, como si estuvieran asimilando algo que le acababan de contar. Todos menos Sean. Miraron directamente hacia la mesa de Cristian y demás.

-¿Por qué nos miraban tanto?-preguntó extrañado Thomas, observando cómo se iban hacia la cola para coger la comida.

-Miraban a Cris, más bien.-comentó Elliot mordiendo una manzana. Miró de mala manera al grupo de Sean y estos se fueron a por las bandejas.

Cristian suspiró y se levantó echando la silla hacia atrás.

-Voy a hablar con Sean.

Dejó a sus amigos solos en la mesa, observando al castaño ir rápidamente hacia la fila, donde Sean hablaba con sus amigos.

-Esos dos acabarán juntos.-le quitó Thomas la manzana que comía Elliot, pegándole él un mordisco.

-¿Sean y Cris?-preguntó Elliot con asco, quitándole su manzana a Thomas, que soltó un lloriqueo.

-Oh Dios, amo el yaoi.-canturreó Claire enrollando sus espaguetis en el tenedor, sin hacerle mucho caso a las miradas de los dos chicos sobre ella.

Llegó a la fila, que había aumentado desde que Sean había llegado. Lo vio reír con Alec, así que lo cogió suavemente del codo y lo miró por encima del cristal de las gafas, sin importarle la presencia del resto de amigos del rubio.

-Necesitamos hablar.

-Claro.-sonrió.-Lou, cariño mío, cógeme la bandeja.-le dijo antes de que Cristian lo arrastrara a un par de metros de la fila.

Cristian acabó de espaldas a la fila y Sean vio que Alec y Logan hacían movimientos con las caderas. Luego Logan abrazaba por la espalda al pelirrojo y volvía a hacer aquellos movimientos, mientras que Louis se descojonaba de la risa y el resto de la fila pensaban que necesitaban un psiquiatra.

Sean soltó una carcajada y eso hizo que Cristian se diera la vuelta, pero justo cuando lo hizo, los chicos volvieron a actuar de forma normal, aunque Louis tenía la cara roja y Alec y Logan chocaban los puños.

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