advierto que:
a) no sé narrar mamadas
b) todo esto lo he aprendido por el smut muke que leí en mis años mozos
c) MÁS DE CINCUENTA CAPÍTULOS PARA ESTO, SATÁN
d) soy malísima haciendo esto
-Vamos.
Cristian tiró de la mano de Sean y los dos cayeron en la cama, el rubio encima. Sean paseó las manos frías por el pecho de Cristian, dejando besos y mordiendo de vez en cuando, haciendo que el chico debajo de él se removiera incómodo, ya que las erecciones de ambos chocaban y necesitaba fricción. Cristian se quitó las zapatillas y le sacó la camiseta al rubio de un tirón, provocándole una sonrisa que enseñó los dientes. Se sentó sobre el estómago de Cristian y cogió una de sus manos, que estaba apretando la colcha y la colocó cerca de su ombligo.
-Tócame, Cristian.
Y Cristian no tuvo nada mejor que hacer que descender la mano y ponerla sobre la entrepierna del rubio, apretando, haciéndole gemir. Cristian rio un poco por la reacción de Sean y este se volvió a tumbar sobre él. Le besó la mandíbula, la barbilla y finalmente los labios, mientras que Cristian paseaba una de sus manos por toda su espalda, parándose en su culo, y la otra la mantenía quieta en la nuca de Sean, para que no se separara de él. Pero el oxígeno comenzó a hacer falta y al separarse, Cristian se relamió los labios y se miraron a los ojos. Los dos tenían la pupila dilatada y los ojos azules de Sean parecían más oscuros. Intercambiaron una sonrisa cómplice y Cristian le pasó una mano por el pelo que le caía en la frente a Sean, en un gesto cariñoso. Sean fue descendiendo sus besos desde su cuello hasta su estómago y sin entretenerse mucho, desabrochó los pantalones de Cristian y se los bajó de un tirón, haciendo sentir a su novio un poco incómodo. Incómodo porque sentía que los Sean lo devoraba con la mirada. Y no era para menos. Sean estaba sentado a un lado de Cristian, que tenía solo la ropa interior puesta, en la cual se notaba una erección. Una gran erección.
Cristian puso uno de sus brazos sobre los ojos y se removió un poco.
-No me mires así.
-Eres tan bonito.-dijo, aunque sabía que Cristian no le escuchaba.
Paseó una de sus manos desde las clavículas hasta la entrepierna de Cristian, donde masajeó la erección por encima de la fina tela de los calzoncillos, sacando un pequeño gemido a Cristian que le supo a gloria. Ya no tenía el brazo sobre la cara, aunque tenía los ojos verdes cerrados. Y Sean no se lo pensó dos veces y le bajó la última prenda de ropa al castaño, que al sentir la erección chocar contra su estómago suspiró aliviado. Sentía las mejillas calientes y calor por todo el cuerpo, pero lo que más sentía era la mirada de Sean encima suya. Abrió ambos ojos de nuevo y se apoyó sobre los codos. Vio que Sean estaba aún más empalmado que antes, y que le miraba como si fuera su comida favorita.
-Me siento intimidado por la baba que resbala de tu boca.-intentó bromear.
-Oh, ¿sabes? Llevo queriéndote hacer una mamada desde que nos sentaron juntos y te voy a hacer una mamada. Te voy a hacer una mamada.
Y lo siguiente que sintió fue la lengua de Sean recorrerle toda su longitud de una sola lamida. Gimió, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, sintiendo la boca caliente de Sean alrededor de él, acariciándole lo poco que no le cabía con las manos. Cristian no pudo evitar poner una de las manos en la cabeza de Sean, indicándole un ritmo, mientras que soltaba pequeños gemidos y mantenía los ojos cerrados. Hacía mucho tiempo que no le hacían una mamada. Para ser más específicos, hacía mucho que no tenía relaciones con alguien. La última vez fue en verano con una chica que ni recordaba su nombre, luego empezaron las clases y sobrevivía a base de pajas. Y luego empezó con Sean y toda aquella tensión sexual que derrochaban.
ESTÁS LEYENDO
No
Teen FictionDonde Cristian le contesta "no" a todo lo que le dice Sean. Donde Sean no se da por vencido aunque todo lo que le responde Cristian es "no". Cristian es de ese tipo de chicos que cuanta menos gente le hable, mejor. Sean le hablaba a todo el mundo...