-Oye, Cris... ¿Thomas no está muy raro?
Cristian le lanzó una mirada que decía "Thomas es raro todos los días de su vida, ¿y ahora te das cuenta? Pedazo de estúpido". Sí, todo eso con solo una mirada.
Elliot rodó los ojos y antes de responderle, se dedicó a desenvolver un sándwich.
-Digo, más raro de lo normal. No sé si tú te fijas, pero pide mucho salir al servicio en clase. Y tarda más de lo normal en venir a la cafetería. Como ahora, ¿ves? Ya debería haber venido hace diez minutos. Y tú sabes que Thomas ama comer. Y además, tiene cara de estar ocultando algo.
Cristian frunció el ceño y se quitó las gafas, para luego limpiarlas con una servilleta. Todo lo que había dicho Elliot era verdad. Bueno, eso de que salía mucho al servicio no lo sabía del todo bien, porque no compartía muchas clases con Thomas, pero lo demás era todo cierto.
-Vale, tienes razón. Y Claire también está un poco rara. Más rara de lo que es Claire, por Dios.
Y la pelirroja tampoco estaba con ellos en la mesa. Ni siquiera estaba en la fila para coger la comida.
-¿Habrán roto?
El corazón de Cristian se encogió por un segundo al oír aquello. No quería que eso pasara. Claire lo había pasado mal con Logan, y Thomas caería en depresión o algo así. Además, el grupo se rompería. Claire se sentaría siempre con sus amigas, y él le había cogido mucho cariño. Y Elliot también la quería, aunque no fueran los más cercanos.
Miró de reojo a la mesa en la que se sentaba Sean y sus amigos, aunque faltaba Logan. Estaban comiendo y riendo de algo, y en comparación con ellos, su mesa era deprimente. Al menos, aquel día.
-Espero que no.-suspiró volviéndose a colocar las gafas.
-Thomas nos lo habría dicho.
-Claire también.
Se quedaron un momento en silencio. Y fue solo un momento porque Thomas llegó con Claire a su lado. Antes de ir a la fila de la comida, fueron hacia la mesa de sus amigos y soltaron la mochila en las sillas. Iban de la mano y sonreían, y el corazón de ambos chicos se tranquilizó al verlos como siempre.
-¿De qué habláis? La profesora de Lengua se ha entretenido.
-De una serie que estoy viendo.
Cristian miró de reojo de nuevo a la mesa de Sean. Logan ya estaba con ellos. Y él no tenía Lengua con Claire y Thomas.
*
*
*
-Vale, y ahora que tienes la bendita sudadera, ¿qué hacemos?
-Quiero un perrito caliente.
Después del instituto y haber estado un par de horas en su casa estudiando y haciendo tarea, Sean había aparecido en su casa diciéndole que lo acompañara a comprar, porque se quería comprar una sudadera rosa. Simplemente un capricho. Y Cristian lo acompañó bastante contento. Sobre todo porque no quería estar más tiempo del necesario en su casa. Veía en la cara de la novia de su hermano que quería hablar sobre su bisexualidad, y él no quería. Porque aunque él se llevara muy bien con Noemí, no tenía pensado contarle nada de eso. En todo lo que tuviera que ver con el sexo y lo que a él le gustaba y lo que no, era bastante reservado. Que antes solo hubiera estado con chicas no significaba que no le habría podido gustar un chico. Simplemente se dio cuenta de esa posibilidad cuando conoció a Sean. Lo que de verdad le molestaba, es que ahora para muchas personas era gay, pero no bisexual. La gente te asigna una sexualidad en el momento en el que te conocen y punto, aunque no te conocieran de más de dos minutos. Porque él no era gay cuando estaba con Sean o con cualquier otro chico y no era hetero si estaba con una chica. Algunas personas se olvidan de que los bisexuales también existen, y eso de verdad le molestaba.
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No
Teen FictionDonde Cristian le contesta "no" a todo lo que le dice Sean. Donde Sean no se da por vencido aunque todo lo que le responde Cristian es "no". Cristian es de ese tipo de chicos que cuanta menos gente le hable, mejor. Sean le hablaba a todo el mundo...