Capítulo 10

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Jesus Oviedo.
Lunes 10 de enero. 22.50
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La chica se restriega cuando paso por su lado revisando que todo vaya en su orden esta noche en el prostíbulo, le doy un suave golpecito en el trasero y le dejo un billete.
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-Bailales cariño. -susurro.
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Besa mi mejilla antes de seguir mi ruta pero Eli me frena.
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-Debo hablar con usted, señor Oviedo. -dice nerviosa.
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Me sigue hasta el despacho y, una vez dentro, mira el teléfono.
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-¿Y esa norma de no teléfonos mientras trabajamos? -pregunto serio.
-Señor, Jess va a venir, le dije que usted puede conseguirle trabajo. -dice segura.
-Perfecto bonita. -me acerco a Eli.
-En nada estará fuera, le explicaré todo y usted... Nose señor, hable con ella. -digo seria.
-Me parece perfecto cariño. -toco sus labios.
-Ahora nos vemos señor. -dice.
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Sale del despacho y yo rio satisfecho, al fin la tendras aquí Oviedo.
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Jessica Jackson.
Miro el prostíbulo que hay frente mis ojos, nose si alucinar entrando o pirarme de esta locura. Eli, muy sexy vestida, sale del local y me mira.
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-¿Eres puta? -pregunto sorprendida.
-Sí. -responde avergonzada.
-No tia, perdon por mi tono, no me lo esperaba. -digo nerviosa.
-Vamos dentro, hace frio. -dice tomando mi mano.
-¿Y puedo tocarte? -le agarro el trasero.
-¡Tia! -reimos.
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Flipo con los bailes, las luces, los babosos mirando las chicas... Algo me llama la atención ¿qué hace ahí Oviedo?
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-Ese es el hombre... -digo seria.
-Mi jefe. -anuncia.
-¿Por eso te conoce? -pregunto seria.
-Le he comido la polla un par de veces. -bromea.
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Me lleva a un despacho y tras dos minutos el llega sonriendo.
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-¿Este trabajo querias para mi? -le digo.
-Serías buenisima, ya lo comprobé. -relame sus labios.
-Quiero saber en que consiste. -digo seria.
-Follar. -responde Eli riendo.
-Ya, joder, pero cuanto cobro y eso. -miro a Oviedo.
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Entramos los tres en su despacho y él se sienta en un sillón.
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-Cien por noche, folles o no folles. -asegura.
-Perfecto. -sonrio.
-Cumples mis ordenes y todo ira bien, me tienes que mimar. -dice sonriendo.
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Me rio en su cara negando.
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-Trabajo para ti pero no soy un perrito que vaya detrás tuya a hacer lo que haces. -digo seria.
-Debes hacerlo tia. -dice Eli.
-Ven cariño. -le dice.
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Ella se sienta sobre él dejando que la manusee como quiera y Oviedo me mira.
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-Mis prostitutas son lo primero y están muy mimadas, pero ellas también me miman a mi. -explica.

La oscuridad de tus brazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora