La oscuridad de tus brazos

Capitulo 101

Elisabeth Gómez.
Sábado 11 de enero. 18.15
°
Jesus sale de la habitación quitándose la mascarilla, nos mira emocionado y encoje los hombros.
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-Os la muestro, esta en la incubadora, Jess esta aún sedada y hasta tarde no se despertará. -explica.
-¿Quieres que nos quedemos? -pregunto.
-No, Elisabeth marcharos a casa y volved mañana si queréis. -dice dulce.
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Nos lleva hasta el cristal donde se ven las incubadoras y sonrio feliz por mi amiga.
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-Ahora toca que la disfrutéis. -dice Daniel abrazandome por la espalda.
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Sonrio dulce, lo miro besando su mentón y Jesús nos deja solos.
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-Es preciosa. -digo dulce.
-Son unos buenos padres, esa bebe tiene suerte. -asegura.
-Y la nuestra cuando este embarazada. -aseguro.
-Yo... Eli no quiero hijos. -dice serio.
-Vamos al coche. -le corto dolida.
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Camino muchos pasos más adelante que él pues me ha dolido su manera de decirme que no quiere hijos, suspiro negando una vez en el coche y él acaricia mi muslo.
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-Pensaba que a ti... Joder, no te iba a importar, ahora nos va genial. -explica.
-Y nos puede seguir yendo igual de bien pero con un bebe. -reprocho.
-No quiero hijos. -dice serio.
-¡Haz lo que quieras! Conduce a casa. -ordeno enfadada.
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Conduce hasta casa en absoluto silencio, llegamos a casa tras una media hora de camino y Daniel coje una cerveza de la nevera.
Camino al baño soltandome el cabello tras quitarme el sujetador bajo la camiseta tirándolo al sofá y su voz me frena furiosa.
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-Tomate una conmigo. -suplica.
-Quiero darme una ducha Daniel. -digo seria.
-Porfavor, quiero estar con mi chica. -insiste.
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Me giro acercandome a él, sonrie acariciando mi mejilla y aparto la mirada.
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-No es el momento, tu tienes amnesia, primeramente debes recuperar todos tus recuerdos. -comenta.
-No te ha dado motivo para hablarme así. -digo fría.
-Muñeca... -murmura besando mi mejilla húmedamente.
-La escusa de mi amnesia no me la creo. -aseguro.
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Alza una ceja frustrado, me mira y bebe de la cerveza.
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-Dejame encontrar la manera de explicártelo. -suplica.
-¿Y eso te daba sentido a hablarme así? -insisto.
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Su silencio me mata y cuando decido girarme para ir a la ducha me gira de golpe pegandome a su pecho.