La oscuridad de tus brazos

Capitulo 113

Daniel Oviedo.
Jueves 6 de mayo. 10.00
°
El psicologo me mira, cubro mi rostro y encojo los hombros.
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-Intentalo de nuevo, búscala y habla con ella. -asegura.
-No, ella está mucho mejor sin mi. -aseguro.
-Tú no sabes eso. -dice serio.
-Y seguro que ya está gordita... -se me crea un nudo en la garganta.
-Rechazaste a tu hijo, Daniel, todos los actos tienen consecuencia. -comenta.
-Mi hijo está mejor sin mi, soy un monstruo, no merezco tener un hijo. -susurro.
-Debes quitarte esa espina Daniel, tu hermano te perdonó, eras un crio y estabas manipulado. -asegura.
-Quiero saber como está ella y mi hijo, pero cuando llamo y pregunto no me dicen nada, Elisabeth no les deja. -digo triste.
-Ella está en su derecho, tu renunciaste al bebé y esas son las consecuencias. -dice serio.
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Acaba la consulta recetandome pastillas para dormir, salgo de ahí y choco con una mujer haciendole caer todos los papeles que llevaba.
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-Perdóneme. -digo agachadome para recoger los papeles sin verle la cara.
-No te preocupes Daniel. -su voz me frena.
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Me pongo en pie con los papeles en mano, sorprendido por tenerla aquí, frente a mi y bajo la mirada consiguiendo leer que es niño.
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-¿Cómo estás? Bueno, estáis. -digo nervioso.
-Bien. -toca su barriguita.
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Sonrio como un imbecil y muerdo mi labio nervioso.
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-Es niño, ¿no? Acabo de leerlo. -digo.
-Un niño, sí. -sonrie dulce.
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Miro sus profundos ojos marrones, bajo la mirada observando su barriguita.
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-¿Quieres tocarla? -pregunta amable.
-¿Puedo? -me ilusiono.
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Asiente y toco su barriguita sonriendo.
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-¿Qué haces tú aquí? -pregunta.
-Yo... Psicólogo. -me sincero.
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Ella aparta la mirada y encoje sus hombros.
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-Lo siento, es mi culpa. -murmura.
-No te culpes, yo renuncié a mi hijo y ahora pago las concecuencias. -aseguro.
-Debo marcharme. -susurra.
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Agarro su brazo izquierdo frenandola y muerdo mi labio preocupado.
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-Cualquier cosa estoy siempre, lo sabes, me alegro de verte. -susurro.