La oscuridad de tus brazos

Capitulo 90

Elisabeth Gómez
Sábado 7 de junio. 9.30
°
Daniel entra en la habitacion, me mira dulce y me siento en la cama.
~
-¿Le puedes decir a Jess que venga a ayudarme? -pregunto algo cansada.
-¿Por qué a Jess? Yo puedo ayudarte. -murmura.
~
Lo miro, niego avergonzada y me pongo en pie.
~
-Dejame ayudarte. -suplica.
-Debo cambiarme. -susurra.
-Entra al baño de la habitación y date una ducha. -aconseja.
-¿Aqui? -pregunta.
-Es una hospital privado cariño, para eso está. -comenta.
~
Me pongo en pie y camino a la ducha, abro el grifo y suspiro deslizando la bata del hospital por mi piel, miro a la puerta sonrojada pues él está ahí fuera y pese lo sucedido sigue siendo mi debilidad.
~
-Tengo aquí la ropa que echó Jess en tu maleta ayer a la noche. -entra en el baño.
~
Suspiro aliviada pues estoy tras el muro de la ducha, escucho como se sienta en la tapa del retrete y me sonrojo mucho más.
~
-Puedes dejarme sobre el bidé la ropa y ya me visto yo. -murmuro.
-Necesito hablar contigo. -dice.
~
Agarro una toalla ajustando la lo más posible a mi cuerpo, salgo de la ducha nerviosa y sonrie.
~
-Dame una oportunidad. -suplica.
-Dejame pensar. -suplico.
-Muñeca juro que si tu me faltas me ahogaré más en la depresión. -suspira.
~
Me agacho a su altura y toco su mejilla.
~
-¿Tienes depresión? -pregunta.
-Sí. -afirma.
~
Me reincorporo algo descolocada, acarició su tupé y siento sus manos en mi cintura.
~
-Se una manera de hacer que la reconciliación sea posible. -sonrie pícaro.
-Daniel, yo... Estamos en un hospital. -me pongo nerviosa.
-A la antigua Elisabeth le daba todo igual. -afirma.
~
Sus manos acarician la piel de mis muslos colándose en mi toalla y colocando me sobre él a horcajadas.
~
-He olvidado todo esto. -confieso.
-En cuanto sientas la primera gota de placer volverás a ser la misma experta. -asegura.
-No es el lugar, Daniel. -murmuro insegura.
-Confía en mi, déjame demostrarte que puedo hacerte temblar. -suplica.
-Esto no va a firmar la reconciliación. -aseguro.
-Solo quiero olvidarme contigo de la mierda que tengo encima. -susurra con la voz ronca mordiendo su labio.