La oscuridad de tus brazos

Capitulo 72

Daniel Oviedo.
Lunes 3 de Abril. 00.00
Me besa tras amasar mis hombros, sonrio entre sus labios y la observo.
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-Cada día estas más bonita. -murmuro.
-Te amo. -toma mis manos.
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Me besa dejando mis manos en su trasero, me hundo en su cuello y suspiro. Hace días que quiero pedirle que venga conmigo a casa, allá  la relación se solidificará e ira mejor.
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-Nena¿te gustaría ­que viviéramos juntos? -pregunto nervioso.
-En un futuro¿por qué no? -me besa.
-No, osea, ahora. -murmuro.
-¿Ahora? -pregunta alucinada.
-Comprendo que es pronto pero eso ayudara a que nuestra relación avance mucho mas rápido. -explica-
-Ahora... Irme...No debería dejar sola a Jess y ella sin no está con Jesus, de verdad cariño, dejo pensarlo, ella es mi mejor amiga y no veo bueno dejarla sola. -dice triste.
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La beso con dulzura, acariciando su cabello y sujetando con suavidad su cintura.
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-Debes ir a trabajar, yo tengo cosas que mirar y sueldos que preparar. -comento dulce.
-Cuando acabe regreso. -susurra.
-Baila, prefiero que todos se mueran con tu figura a que cualquiera te folle. -digo antes de que se vaya.
-Soy puta Daniel. -dice obvia.
-Si aceptas venir conmigo dejaras de trabajar aquí­. -advierto bromeando.
-Que te sea leve el trabajo. -rie.
-Te amo. -comento.
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Recibo una llamada de mi madre, lo cojo extrañado por las horas y sonrio al escuchar su dulce "¿Como estáis?"
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-Mami, es tarde ¿por que no estáis en la cama? -pregunto.
-Necesitaba hablar con mi hijo. -suspira.
-Estoy genial, muy feliz con Elisabeth, Jess está en un centro ayudandose con su alcoholismo y reintentandolo con Jessica. -comento.
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Llaman a la puerta, abro mientras charlo con mi madre y la imagen de mi hermano tan triste me sorprende.
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-Mañana te llamo mamá, te quiero. -digo impresionado.
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Se sienta en el sofá del despacho y me agacho frunciendo el ceño.
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-Ha vuelto Daniel, esa zorra a vuelto. -comenta.
-¿Ruth? -pregunto alucinado.
-¡Si­! Se la han metido de paciente a Jessica y es el chocho de su jefe, otro imbecil como lo fui yo. -explica con la voz rota.
-No vas a coincidir con ella, ahora debes centrarte en Jess y... -un fuerte ruido me frena.
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Gritos del prosti­bulo hacen ponerme en pie y el "llamen a una ambulancia" me hace salir corriendo viendo a mi chica en el suelo tirada sangrando.

CONTINUARÁ....¿Que le pasará?