Capítulo 61.

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Jessica Jackson.

Jueves 30 de Marzo. 14.30

Salgo del centro y camino a la acera de enfrente pendiente a que mi jefe no me vea, suspiro nerviosa y lo veo bajarse de un taxi.

-Jessica. -sonríe.
-Ven, rápido. -digo nerviosa.

Andamos hasta llegar a un restaurante algo escondido pero me agarra del brazo antes de entrar.

-¿Por qué esa prisa? -pregunta.
-Todo tiene su explicación, Jesús. -murmuro.

Entramos en el restaurante, cogemos sitio, se sienta frente a mí y suspiro algo más aliviada.

-No te pidas vino. -advierto.
-Lo sé. -murmura.

Pide ayuda, le repito pues no quiero pedir alcohol y me mira dulce.

-Jesús, necesitamos espacio, estoy haciéndolo mal. -murmuro.
-¿Qué? -comenta desconcertado.
-¿Cómo va a darte terapia la causante de tu alcoholismo? -pregunto.
-Déjame tocarte, déjame estar contigo, conquistarte... Déjame hacer todo lo posible para tenerte a mi lado y juro que jamás beberé una gota más de alcohol. -susurra.
-Debes aprender a no beber cuando no esté, yo no puedo hacer eso. -explico.
-¿Por qué tantas prohibiciones? ¿Por qué esa prisa antes? ¿Por qué no me dejas tocarte? -pregunta.
-Relájate. -murmuro.
-Responde. -se pone nervioso.

El camarero pasa con una botella de vino, él la mira y agarro su mano centrando su atención en mí.

-Relájate, no pienses en la botella, tienes que calmarte, ordenar tus pensamientos. -susurro.
-Responde a las preguntas. -suplica.
-Me tienen prohibido mantener alguna relación con cualquier paciente fuera del centro, ya sea sexual o de amistad, por eso iba tan deprisa antes, no quería que mi jefe nos viera y por eso no quiero que me toques. -explico dulce.
-No tiene sentido eso de no tocarte. -murmura.
-Eres mi debilidad, Jesús, sé que si me rozas caeré y... No puedo perder mi trabajo. -digo dulce.
-Nena... -muerde su labio.
-Eres el hombre más psicópata y alcohólico que jamás he conocido. -digo a broma- pero el más dulce, sensible y fiel que jamás conoceré. -continúo dulce.

Sonríe bajando la cabeza y acaricia mi mano.

-Te amo Jesús, pero no es el momento. -susurro.

La oscuridad de tus brazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora