Jessica Jackson.
Lunes 26 de Marzo. 23.00
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Me limo las uñas mientras ella deja las últimas cosas en su maleta, miro a mi alrededor en esta habitación de hotel que hemos reservado para esta última noche tener donde alojarnos pues ya están los nuevos inquilinos en su casa.
Ella suelta su melena, abre mi maleta pues le pido que guarde mi lima y rie al encontrarse el consolador.
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-No te rias, voy a pasar muchas noches sola ante el calentón y tenía que estar preparada. -explico.
-¿Sola? -lo agarra.
-No sé, pensé que tú y yo solo follamos con un tio guiando, entonces supuse que... -me calla.
-Yo sé follar solita. -muerde su labio.
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Sus senos salen al descubierto, ella baja sus finas bragas y enciende el consolador una vez tumbada a mi lado acariciandose el clítoris con él.
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-Si tu dices que me hace falta un tio para follar con mi amiga me tendré que correr yo sola. -murmura.
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Me desvisto en cuestión de segundos, ella sonrie gimiendo y le quito el juguete.
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-¡Eh! Damelo. -advierte.
-No. -gimo deslizandomelo por el cuerpo.
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Siento como el jugo de su sexo llena mis senos, suavemente su lengua llega a mi clítoris haciendome gemir y jalo de su cabello.
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-Elisabeth, joder. -alzó mas la voz gimiendo.
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Ella se mira fijamente mientras se sienta sobre mi cuerpo, busca la postura perfecta para rozar nuestros sexos y eso hace mientras nos frotamos una con la otra.
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-Joder. -gime ella.
-Más duro. -suplico.
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Le golpeo el trasero con el consolador, ella rie coqueta y gime al sentir como la penetro con el suavemente.
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-Follas mejor que muchos tíos. -alaga.
-Gracias, amiga mía. -beso su cuello.
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Sus dedos entras en mi, miro sus ojos alzando ma cabeza pues aún está sobre mi sentada, muerdo mi labio ante el deseo de besarla y ella cumple todos.
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-Tenemos que comprar muchos más de estos. -propone.
-Todos los que mi reina pida. -murmuro.
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Me besa llegando a la cumbre y grito exhausta al sentir como mojo sus dedos.
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La oscuridad de tus brazos
FanfictionUna chica problemática cae en brazos del equivocado, entre brazos de ese hombre descubrirá un mundo en el que jamás pensó que entraría.