Capítulo 41

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Elisabeth Gómez.
Miercoles 15 de Marzo. 23.00
°
Llamo a la puerta de su despacho, entro seria y él me mira dudoso.
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-¿Qué ocurre nena? -pregunta.
-Dos cosas. -me siento frente a él en la silla.
-Tu dirás. -dice.
-Primera, he visto a tu hermano, lo he conocido y me a contado todo lo sucedido. -explica.
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Se pone nervioso, baja la cabeza y encoje sus hombros.
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-¿Qué te contó? -pregunta.
-Te pegaban porque el novio de tu madre les comió la cabeza. -explica.
-¡Esa señora no es mi madre! -grita.
-¿Por qué no me lo contaste? -pregunto fría.
-No quiero que nadie sepa esa parte de mi pasado. -murmura.
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Me pongo en pie desesperada, froto mi rostro y niego.
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-¿Acaso yo soy una cualquiera? -le grito.
-!No! Joder, no, eres la mujer que necesito en mi vida. -susurra mordiendo su labio nervioso.
-¿Y por qué pones a alguien para que me siga? -le acuso.
-¿Cómo sabes eso? -se delata.
-¿Fuiste tú? -pregunto alucinando.
-Sí, fui yo. -susurra.
-¿Cómo se te ocurre? -le grito.
-Alcohólico, mentiroso y psicópata, eres genial Oviedo. -le alzó la voz.
-¿Entiendes por qué no quería que te enamoraste de mi? -pregunta dolido.
-Tanto yo como Eli dejamos el trabajo, olvídate que existo maldito imbecil. -digo furiosa.
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Me pega contra la pared suplicando que me vale, saca de su americana unos cuatro billetes de cien y me mira.
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-Te harán falta bebé. -susurra con la voz rota.
-No quiero nada tuyo, seguro que me rastreas. -digo fría.
-No pienses eso, nena. -suplica.
-Adiós Oviedo. -lo empujo.
-Espero verte pronto mi nena. -susurra llorando.
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Un fuerte golpe se escucha, salgo corriendo al sentir que a mi amiga le sucede algo malo y efectivamente, la veo tirada en el suelo sangrando y golpeada.

La oscuridad de tus brazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora