La oscuridad de tus brazos

Capítulo 27

Elisabeth Gómez.
Jueves 9 de Marzo. 11.00
°
Baja del coche y agarra mi mano mientras abre la puerta de su casa, alucino al ver la inmensidad de este lugar y él rie.
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-Sígueme. -muerde su labio.
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Le obedezca hasta llegar a la que, supongo, es su habitación, sonrio mordiendo mi labio y se sienta al borde de la cama. Me coloco a horcajadas sobre él besandole con fuerza tras bajar mi pantalón y me arranca la camiseta.
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-Muñeca. -murmura cuando beso su cuello.
-Follame. -suplico.
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Deja su espalda caer sobre el colchón, muerde mis senos jugueteando con ellos y yo desabrocho su vaquero bajandolo con desespero.
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-No me la chupes. -advierte.
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Lo miro desconcertada, baja su boxer y me toma las caderas entrando en mi.
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-Muévete como sabes. -dice.
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Siento como sus manos queman cada poro de mi piel deslizándose por mi figura, su miembro me hace gritar como jamás lo hice. Jamás me sentí así con un hombre, con él me siento realmente sexy, segura e incluso feliz cuando me sonrie de esa puta manera.
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-Eres una diosa. -muerde su labio.
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Clavo mis uñas en su pecho, muerdo mi labio clavando mis ojos sobre los suyos y me besa.
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-Más duro. -suplico.
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Siento como me llena completamente, llego a la cumbre junto a él y caigo a su lado con la respiración agitada.
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-Joder. -murmura él.
-Mejor me voy. -susurro como de costumbre.
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Me agarra en cuanto me muevo y niega con la cabeza.
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-¿Dónde? -pregunta.
-Todos hacen eso, me folla y después quieren que me vaya. -susurro dolida.
-Jamás te vayas de mi lado, yo no soy ellos. -dice seguro.
-Pensé que... -bajo la cabeza.
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Me besa dulcemente, se hace un lado en la cama y me tumbo sobre su pecho para que después pase una sabana sobre nosotros.
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-¿Debes trabajar hoy? -pregunta.
-Sí. -murmuro.
-¿Puedo pasar a recogerte? -pregunta susurrando.
-Sí Jesus sabe que te conozco me meto en un lío. -digo seria.
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Acaricia mi cabello dandome una tranquilidad que jamás sentí con otro y sonrio.
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-Te esperaré en una esquina, no quiero causarte problemas. -susurra.