La oscuridad de tus brazos

Capítulo 42

Elisabeth Gómez.
Miercoles 15 de Marzo. 1.00
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Mi amiga suspira dolorida en la sala de espera, se apoya en mi hombro cansada y se aparta para menear la cabeza.
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-Quedate quieta, niña. -digo.
-Me duele joder ¿cómo quieres que me quede tranquila? -pregunta suspirando.
-Tranquila. -advierto.
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Recibe una llamada de Daniel, ella me mira dolida y asiento.
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-Cogeselo y si se pone tonto cuelga. -comento.
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Elisabeth Gómez.
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Escucho su respiración agitada detrás del teléfono, suspiro y toso dolorida.
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-Me he enterado de lo que ha pasado. -susurra.
-No te importa mi vida. -advierto.
-¿Cómo estás? -pregunta.
-Bien. -respondo.
-Espero que te recuperes pronto, te echo muchísimo de menos muñequita, te amo. -susurra.
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Me cuelgo sin saber que decir, lloro y algo se me agarra en el pecho, las lágrimas hacen que mis heridas me duelan más y mi amiga me abraza.
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-Nos vamos lejos, las dos, sin necesidad de tíos ni nadie, solas nosotras. -murmura.
-¿Quién me diría a mí que serías tan importante? -susurra.
-Mañana empezamos a buscar lugares. -aseguro.
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Jesus Oviedo.
Camino hasta mi coche dispuesto a comprar más ron, aún no estoy borracho.
Noto como me agarran el brazo y en un rallo de esperanza me imagino que será ella cayendo en un error al ver el estúpido rostro de mi hermano.
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-Jesús. -veo como llora.
-¡Dejadme vivir! -le grito.
-Sé que tienes problemas con ella. -dice.
-No tengo ganas de hablar contigo. -comento.
-Porfavor. -suplica.
-En otro momento. -lo miro.
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Sus ojos brillan de las lágrimas, siento como tiene el corazón roto, tal y como yo lo tengo ¿es verdad que ama a Eli?
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-Te llamaré. -digo entrando al coche.