Ivern parte 3

22 0 0
                                    




Durante lo que para él fueron segundos, aquellos cuerpos se descompusieron y dieron lugar a legiones de setas e insectos. Las aves carroñeras y los lobos se alimentaron de aquella carne. Los huesos se pudrieron y convirtieron en tierra fértil, y las semillas de la fruta que habían comido los conquistadores germinaron hasta ser árboles repletos de fruta. Las colinas se alzaron del suelo y volvieron a él, como si de la respiración del mundo se tratara. El latido de las hojas y los pétalos se sentía con fuerza. Toda la muerte que había a su alrededor dio lugar a una increíble explosión de vida.

Ivern nunca antes había contemplado tal belleza. Todas las formas de vida estaban unidas como un nudo imposible que no quería ser deshecho. Reflexionó sobre todos los errores que había cometido y la crueldad con la que había tratado a los demás, y una gran tristeza lo inundó.

Lloró, y sus lágrimas brotaron rápidamente en su corteza y en las hojas que ahora recubrían su nuevo cuerpo arbóreo. —¿Estoy convirtiéndome en el Sauce Divino? —se preguntó.

Entonces, la voz interior volvió a hablarle. —Oír —dijo. Y él hizo caso.

Al principio, no oyó nada. Después, el gimoteo de un sinfín de animales, el sollozo de los ríos y el lamento de los árboles. Era una sinfonía de luto por la pérdida del Sauce Divino. El remordimiento invadió a Ivern, y rompió en llanto ansiando el perdón. Una pequeña ardilla se acurrucó en sus piernas. Sintió la mirada de los animales cercanos. Las plantas acercaron sus raíces a él.

League of Legends historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora