Habían pasado dos días desde que Haechan (el nombre que le puso al gato una de las tantas veces que se sentó cerca de su escondite, observándose) lo había rasguñado, y Jeno (para el alivio de Mark) no había hecho acto de presencia por razones que prefería no mencionar.
Acababa de llegar de la universidad (donde, como dato innecesario, Jeno no apareció, así que estuvo todo ese tiempo con Jisung y su novio, Chenle), y después de tomar una relajante ducha se dirigió a ese sofá con un cuenco de comida y otro de agua, dejándola cerca del mismo y sentándose en el lugar en el que lo había hecho durante los últimos dos días.
—Haechan, ven. — dijo lo más suave que pudo, haciéndole señas al minino para que se acercara. Estuvo así por unos segundos, y, para su grata sorpresa, el animal se acercó, aunque con un poco de miedo, a él.
Mark no cabía en sus sorpresa. Es decir, después de dos largos días, ¡por fin estaba progresando! Sólo estaba acercándose, pero luego de intentarlo tantas veces y fallar, se sentía realizado.
Cuidando de no hacer ningún movimiento que pueda asustarlo, acercó su mano con lentitud, llevándola a una de las orejitas y acariciándola como si fuera a romperse.
La acarició por un rato, cuando oyó un sonido bastante característico.
El gatito estaba ronroneando. Por él.
Un gran paso para un gran hombre.
Con mucho más cuidado, posó su otra mano debajo de el abdomen suavecito del animal, y al ver que este no ponía resistencia (por fin) lo levantó con gentileza, poniéndolo en su regazo, donde se acomodó como si ese fuera su (nuevo) hogar.
—Por fin estamos progresando, ¿eh? — murmuró el humano con una sonrisita, ahora acariciando el espacio entre las pequeñas orejas. Su pelaje era suavecito y brillante, lo más suave que había tocado en su vida. —Pensé que me odiarías por siempre... — ante esto, el gato lo miró, como si realmente le entendiera. Pero eso era imposible, ¿no? —Eres muy, muy lindo. Un gatito muy lindo. — arrulló con voz dulce, recibiendo un maullido que le derritió el corazón como respuesta, y siguiendo con su labor de mimar al minino.
Jeno miraba todo desde la puerta del departamento con una de esas sonrisas que hacían sus ojos medias lunas. Aprovechó que Jaemin (por el momento) estaba durmiendo para ver cómo iba su mejor amigo, pero no se esperaba eso, al menos no en tan poco tiempo. Y por la sonrisa, los murmullos bajos que seguía soltando el mayor, y los maullidos provenientes del híbrido (aunque Mark no lo sabía, Jaemin podía notarlo y a Jeno le habían dicho en el lugar del que lo adoptaron), podía ver que su presencia no había sido notada, y que no debía interrumpir por nada del mundo. Entonces salió y cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido.
Estaba seguro de que Haechan haría muy feliz al canadiense.
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por fIN actualicé esta cosa JAJSJAJA
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cat || markhyuck
Hayran KurguMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.