cat || markhyuck

🍉; O38.

Desde que su relación se había convertido en algo, Donghyuck creía solemnemente que a Mark le encantaba avergonzarle.

¡A él! ¡Y lo peor es que lo lograba!

Con una facilidad impresionante, cabe destacar.

—Amor, ven aquí— escuchó que decía, con ese tono de voz suave que provocaba que él obedeciera a cualquier cosa sin poder evitarlo.

—No quiero— espetó, avergonzado, con su voz ahogada al encontrarse todavía cubierto por las sábanas. Ya era la segunda vez que Jeno les encontraba, ¿acaso Mark no sentía vergüenza?

—Haechan— advirtió. Suspiró, saliendo de su escondite con un puchero en sus labios y las mejillas adorablemente sonrosadas, yendo a sentarse donde Mark le indicaba, que era entre el espacio que dejaban sus piernas abiertas sobre la cama. Una vez estuvo ahí, el canadiense sonrió, satisfecho, envolviéndolo con sus brazos y regresando su atención al intruso—. ¿Y? ¿Qué quieres?

—Sólo venía a decir que la universidad está planeando hacer un viaje, ya sabes, por haber finalizado el período de exámenes— respondió el menor, llevando otra de las palomitas hacia su boca, Jaemin imitando su acción—. Sé que no era tan urgente, pero en serio creí que te había pasado algo.

Mark bufó. —Ya ves que no. ¿Por qué siempre tienes que interrumpir?— reclamó, apoyando su mentón sobre el hombro de un todavía avergonzado minino.

—Podrías simplemente ignorar nuestra presencia, no nos molesta ver— Jaemin se encogió de hombros, masticando. Mark le miró como si estuviera chiflado (lo cual no estaba muy lejos de la realidad).

—Eh, claro que no— respondió, incómodo. Haechan se removió entre sus brazos.

—Uh, cobarde— se burló el canino, sonriendo de la misma manera—. ¿Acaso les avergüenza darse un besito? Vaya.

Mark frunció el ceño. —¿Qué pretendes?

—Digo que al parecer no pueden darse cariño cuando está alguien presente— dijo, indiferente. Donghyuck frunció el ceño, preguntándose a qué quería llegar Jaemin con todo eso—. ¿O me equivoco?

—¿Qué quieres decir?— preguntó Donghyuck, captando la atención de los otros tres.

—Bueno— volvió a encogerse de hombros—. Cuando dos personas están saliendo es normal que se demuestren cariño, ¿o no, Jeno?— preguntó, sin esperar respuesta.

—No digas cosas que puedan confundir a Donghyuck, Jaemin— intervino Jeno al ver la expresión pensativa del moreno. Se inclinó un poco más hacia él, para susurrar—: Con la foto que tomaste es más que suficiente.

—Pero yo quería...— puchereó, regresando su atención a los otros dos y soltando un gritito por lo que sus ojitos vieron—. ¡Funcionó!

Pues sí, Donghyuck estaba besando a Mark. Por cuenta propia. Tan raro era, que hasta el propio Mark estaba sorprendido, demostrándolo por lo ligeramente abiertos de más que estaban sus ojos. Fue rápido, efímero, y se fue tan pronto como llegó. Donghyuck, sintiendo la vergüenza apoderarse de su ser, enterró el rostro en sus manos, provocando las risas de Jeno y Jaemin.

—Aw— arrulló Mark con una sonrisa, sabiendo muy bien lo difícil que era para su minino dar el primer paso. Es decir, Donghyuck podía ser un descarado de primera (todo gracias a su maestro, mejor conocido como Baekhyun), pero cuando estaba con Mark toda esa avidez desaparecía, convirtiéndolo en una bolita de ternura y timidez—. No tuviste que hacerlo, bebé. Jaemin sólo quería provocarte.

Donghyuck negó, aún con su rostro escondido, sintiéndose enrojecer cuando Mark le sacó de su escondite, tomándolo del mentón y alzando su rostro gentilmente, haciendo que le mirara. Sentía que podría explotar de la vergüenza cuando se acercó con una sonrisa, frotando sus narices suavemente en un tierno beso esquimal.

—Ay, moriré de diabetes— chilló Jaemin, tomando la mano de Jeno y arrastrándolo fuera de la habitación—. Vámonos, Jeno. Es demasiada miel para mí.

—Pero si tú eres peor...— murmuró el humano, divertido. Jaemin desvió la mirada.

—Si no cierras la boca no voy a cumplir— amenazó.

Jeno alzó sus manos en forma de rendición, todavía sonriendo. —Oh, sabes que sí lo harás.